La negociación colectiva en Aragón se frena en un año con alzas salariales del 2% al 3,5% de media

El diálogo y la capacidad de acordar convenios se ha ralentizado por la inflación

Imagen de archivo de las negociaciones en el SAMA por el conflicto del autobús
Imagen de archivo de las negociaciones en el SAMA por el conflicto del autobús
Francisco Jiménez

La negociación colectiva avanza a trompicones. El balance de convenios firmados este año –unos 82 entre renovados y nuevos firmados este año– dista bastante de los suscritos, más de un centenar, en ejercicios anteriores. La causa, la alta inflación y la resistencia, según los sindicatos, de la patronal a introducir cláusulas de revisión salarial que garanticen el mantenimiento del poder adquisitivo.

«La subida del IPC ha descuadrado la negociación de los convenios. Con estos márgenes de inflación tan altos ha sido muy difícil llegar a acuerdos. En julio se disparó al 10,8% y aunque se redujo al 6,1% en noviembre y el año pueda cerrar en una cifra similar liberar de esa presión las mesas de negociación seguirá siendo muy complicado», reconoció Manuel Pina, secretario general de CC. OO. Aragón. 

Además, explicó el líder sindical, cuando empezaban a negociarse en febrero «llegó la guerra, se paralizaron las mesas; no se retomó el diálogo hasta mayo y luego vino el verano en que se disparó la inflación y se volvió a frenar», recordó.

Sí ha habido una «ralentización en la negociación de convenios», coincidió Jesús Arnau, director general de CEOE Aragón, por la «propia volatilidad de la inflación, con picos este año como no se habían visto en 40». Por eso, ha sido inviable, dijo, alcanzar un Acuerdo estatal de Negociación colectiva (AENC) que sirviera de marco general de referencia. «No se puede. Hay que bajar al detalle. Depende de los sectores y de cada empresa, en función del mayor o menor daño que les haya hecho el incremento del precio de la energía, si pueden o no mejorar los salarios». Aún así, comentó, «en los convenios que se han negociado este año en Aragón el incremento de media tanto en los colectivos como de empresa ha sido de entre el 3,5% y el 4%», dijo.

El portavoz de la patronal aragonesa proporcionó un dato de incremento salarial superior al aportado por CC. OO. Aragón que lo cifró a cierre de año en una media del 2% en Aragón y un 2,64% en el ámbito estatal –en los convenios de empresa se eleva al 3,3%– y UGT Aragón, que lo calculó en el 1,99% de media. «Hablan de los convenios negociados en 2021, que tardan hasta un año en ser registrados y publicados, pero no de los que se han pactado este 2022 en los que el incremento ha sido superior de entre el 3,5% y 4%», insistió el director general de CEOE Aragón. Arnau hizo una llamada a la sensatez. «Esta elevada inflación es una desgracia, que nos empobrece a todos y lo que hay que hacer es controlarla y reducir el gasto público y la carga fiscal a las empresas», apuntó.

Pérdida de poder adquisitivo

Jorge Ruiz de Lazcano, responsable de la Federación de Industria de OSTA indicó por su parte que la subida salarial media en convenios en cuya negociación ha participado su sindicato se situó entre el 4% y 5%. Y puso el ejemplo del de transporte de mercancías de la provincia de Zaragoza, el de Kongsberg, el de VJ Mantenimientos Industriales, el de la sanidad privada o el de Bimbo.

«La suerte que hemos tenido», señaló Pina, en relación a este año es «que los grandes convenios como el del Metal (se negocia uno por cada provincia), que afecta a unos 50.000 trabajadores en Aragón, no tocaba este año u otros muy grandes como el de la construcción se han negociado a nivel estatal». El hecho de que tengan que negociarse en 2023 ha evitado, señaló, «situaciones de conflicto en Aragón como las vividas en Cádiz o en Orense en el sector del Metal», precisó el sindicalista.

José de las Morenas, secretario de Política Sindical e Industrial de UGT Aragón, consideró que la «subida salarial media en Aragón, del 1,99%, está muy por debajo del IPC» y advirtió de una «pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores más que notable». Ojalá, expresó, «pueda reconducirse en 2023 por el bien de la economía ya que todos los recursos que se obtienen de la renta del trabajo van a consumo, lo que a su vez generan empleo». Y advirtió de la necesidad de «vincular los convenios a cláusulas de revisión salarial ya que si no el escenario será de movilización» como la convocada el pasado 3 de noviembre en Madrid con el lema ‘Salario o conflicto’.

Sobre como estará la inflación en 2023, Arnau mostró su confianza en que pueda seguir moderándose. «Los expertos hablan de que podría situarse en el 4%, pero hay mucha incertidumbre y conviene ser cautos», concluyó.

El SAMA ha evitado 82.802 jornadas de huelga hasta octubre

El Servicio de Mediación y Arbitraje del Gobierno aragonés (SAMA) ha evitado la pérdida de 80.802 jornadas de huelga hasta octubre de este año. Son 30.554 más que las 52.248 del mismo periodo de 2021, según datos trasladados por el departamento de Economía del Gobierno aragonés. Traducido a euros, a una media de 66,06 euros la jornada, se habrían recuperado en el mercado de trabajo 5,3 millones en los diez primeros meses del año frente a los 3,4 millones del año anterior. 

Gracias al esfuerzo realizado por los mediadores del SAMA, muchas huelgas se han desconvocado, aunque el dato mejor será el de noviembre, al haber logrado un preacuerdo para desconvocar la larguísima huelga en el conflicto del autobús urbano.

 Por las huelgas que el SAMA no ha conseguido desconvocar se han perdido este año 4.351 jornadas, lo que supone un coste –a 66,06 euros el día de trabajo– de 287.418,8 euros. Una cantidad inferior a lo que se perdió por paros y huelgas en los diez primeros meses de 2021 en que hubo 6.909 jornadas de trabajo perdidas por valor de 456.416,8 euros.

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