Heraldo del Campo

Vitinicultura

Campo de Borja mejora sus previsiones y cierra la vendimia con 28,5 millones de kilos de uva

La cifra supone un descenso del 2% respecto al año pasado pero es superior a las estimaciones previas a la recolección.

Recolección de la uva en un viñedo de la Denominación de Origen Campo de Borja.
Recolección de la uva en un viñedo de la Denominación de Origen Campo de Borja.
D. O. Campo de Borja

No se ha conseguido la «gran cosecha» que se esperaba en la denominación de origen Campo de Borja, pero la producción obtenida este año, con la vendimia ya finalizada, mejora las previsiones que el consejo regulador había realizado al inicio de la campaña.

Tras 87 días ininterrumpidos de trabajo, la recolección terminaba el pasado 3 de noviembre en Campo de Borja con una cosecha de 28,5 millones de kilos de uva, una vendimia que había comenzado el 9 de agosto, algo más adelantada de lo habitual por la rápida maduración provocada por las elevadas temperaturas.

La cifra es menor que la obtenida el pasado año y supone también un descenso respecto a la media de la última década. Supone una reducción del 2,06% con respecto al año 2021, en el que se vendimiaron 29,1 millones de kilos de uva. Y dado que la media de producción de los últimos 10 años en la D. O. Campo de Borja es de 29,7 millones de kilogramos, la producción de este 2022 supone un descenso del 4,04%.

Sin embargo, la vendimia ha terminado con mejores resultados que estimaron las bodegas de la denominación conocida como el Imperio de la Garnacha cuando comenzaba el verano.

Entonces las previsiones se cosecha se movían entre los 26 millones y, como mucho, los 27 millones de kilos de uva, un 7% menos que en la campaña precedente y un 10% si se comparaba con el promedio de los últimos diez años. La falta de lluvias estivales y unas temperaturas infernales hacían presagiar este recorte, porque aunque el viñedo se salvó del fatal impacto que habían dejado en otros leñosos -almendro y frutal- las heladas tardías de primeros de abril, y mostró una brotación uniforme y generosa, ayudada por las adecuadas precipitaciones, con la llegada del mes de junio todas las expectativas se fueron al traste tanto por la sequía como, sobre todo, por las altas temperaturas y las incesantes olas de calor que se sucedieron desde mayo a agosto.

Una de las mejores añadas

Pese a todas estas adversidades, la respuesta del viñedo ha sido «muy positiva, gracias a las reservas hídricas acumuladas en el invierno precedente, y sobre todo a la excelente adaptación climática de la variedad garnacha, que ha mantenido en los secanos toda la vegetación y la uva ha aguantado tersa y sin deshidratación hasta el final del periodo de madurez», explican desde la denominación de origen.

Es cierto, sin embargo, que las condiciones climáticas que han provocado una merma en la producción han contribuido a su vez a una gran calidad del fruto. De hecho, señala el consejo regulador, las condiciones climáticas de este otoño templado y sin apenas precipitaciones, junto a la buena sanidad de la uva, ha favorecido el ritmo de vendimia, que ha podido realizarse en 87 días. A su vez, las «particulares características de la campaña» (sequía estival, cosecha temprana, excelente maduración) hacen suponer al consejo regulador que preside Eduardo Ibáñez, que la añada 2022 «puede ser una de las mejores de las últimas décadas».

La denominación de origen zaragozana situada a las faldas del Moncayo integra a unas 6.300 hectáreas de viñedo que se extienden por 18 municipios, de las que unas 4.000 están ocupadas por la variedad garnacha. La D. O. mira con optimismo hacia al mercado en el que espera comercializar este año 17 millones de botellas y alcanzar en 2023 las cifras de ventas anteriores a la pandemia.

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