El SAMA buscará un acuerdo en el transporte de mercancías que evite la huelga del sector
Los sindicatos han convocado paros del 7 al 11 y del 21 al 25 de noviembre al no llegar a un acuerdo sobre el convenio.
Patronal y sindicatos del sector del transporte de mercancías de Zaragoza han sido citados este miércoles en la sede del Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) para intentar acercar posturas que eviten la huelga convocada por UGT, Comisiones Obreras y OSTA del 7 al 11 y del 21 al 25 de noviembre para protestar por el «bloqueo» en la negociación del convenio colectivo del sector, que afecta a unos 20.000 trabajadores.
Tras nueve reuniones «sin que la patronal haya modificado su postura, tanto en incrementos retributivos como en condiciones de trabajo y actualización a las nuevas realidades laborales y sociales», la representación de los trabajadores compuesta por los tres sindicatos citados asegura haberse visto «obligada a anunciar un escenario de huelga» durante las fechas señaladas.
El convenio que se negocia es de tres años –2022, 2023 y 2024– y para ese periodo los sindicatos reclaman subidas salariales del 5%, del 3,5% y del 3,5% respectivamente con una revisión de hasta el 6% cada año. La patronal, por su parte, acepta incrementos del 5%, 3% y 3% en tablas salariales pero sin la tasa de revisión que reclaman UGT, CC. OO. y OSTA (aunque su portavoz no reveló cuál sería su propia revisión).
Desde la Federación de Empresas del Transporte de mercancías de Zaragoza (Fetraz), que comparte la representación de la patronal con Tradime, se asegura que la oferta presentada a los sindicatos incluye mejoras en condiciones y salarios «más generosas» que las de otros convenios del sector firmados durante el actual 2022 en otras provincias de España y que incluso que en convenios de otros sectores. «La negociación no está bloqueada», aseguraron, «simplemente no hemos llegado a acuerdos, pero nuestra postura es la de seguir abiertos al diálogo».
Según explicó Eugenio Novella, de UGT, las posturas están muy alejadas, por lo que no alberga «ninguna esperanza» en que la cita del SAMA facilite un acercamiento cercano al acuerdo. De ahí que cree que la huelga será una realidad. En las negociaciones, precisó, están empresas importantes del sector como Carreras, Sesé, Marcotran o SATA, y a sus representantes se les está pidiendo compensaciones que vayan más allá de lo económico. «Se quejan de que el sector no es atractivo, pero es que ellos tienen que hacer que lo sea», señaló Novella. «Si la conciliación es complicada porque hay que cumplir con el trabajo, deben ofrecer mejores compensaciones», dijo.
Los tres sindicatos convocantes de la huelga afirman que «sobran motivos» para llevar adelante estas acciones de protesta. Entre ellos mencionan el hecho de que en el convenio de los años 2020 y 2021 «se terminó perdiendo un poder adquisitivo del 4% sobre el IPC» y que a final del presente año «el IPC previsto es del 7,5%», por lo que la oferta actual de la patronal es «una limosna».
UGT, CC. OO. y OSTA esgrimen también que desde que en marzo y abril se produjera un paro patronal por la subida de los carburantes, las empresas han conseguido apoyos y se han hecho con ingresos que les han permitido «obtener beneficios a costa de la precariedad de los trabajadores». En ese capítulo citan las ayudas directas de 450 millones euros arrancadas al Gobierno, la recepción de fondos europeos para el sector y el incremento de los precios que cobran por sus servicios a sus clientes.
Los sindicatos protestan también por la realización de «jornadas interminables, horarios de sol a sol, falta de conciliación laboral y familiar en un sector envejecido cuya patronal demanda la falta de mano de obra, pero es incapaz de pagar un precio justo, quieren trabajadores a precio de saldo».
Tras la reunión del SAMA del miércoles está prevista una asamblea de trabajadores el sábado en la sede de UGT para informar de la huelga, que empezaría dos días después, el lunes 7.
