"La columna del Torico se ha reforzado y podría resistir una tonelada de fuerza"

Si algo se cae es «porque o se ha utilizado indebidamente aplicando un esfuerzo para el que no estaba preparado, o bien, la estructura no estaba en condiciones y la mayoría de las veces se debe a ambas causas». Así explicó David Sánchez, fundador de la ingeniería Samat en Zaragoza, lo ocurrido a la columna del Torico de Teruel, que se vino abajo el pasado 19 de junio. Fue su empresa la elegida por el Ayuntamiento de la capital turolense para hacer el cálculo estructural de la solución que adoptó Patrimonio para reforzar la columna, hacer que resista una fuerza lateral de hasta una tonelada y evitar que pueda volver a derrumbarse.

«Patrimonio ha utilizado un sistema muy ingenioso y es unir los tres bloques que forman la columna con diversas varillas corrugadas de fibra de vidrio uniéndolas a los bloques con una resina. De este modo, han armado la columna. Es algo similar a un pilar de hormigón armado, que está constituido por ‘piedra’ y refuerzos de acero».

Lo que Samat, detalló, ha hecho es validar esa solución mediante cálculos de ingeniería, es decir, aplicando conocimientos de física y matemáticas y empleando un software especializado en cálculos estructurales. De esta forma, han podido simular cuánto aguantaría la columna aplicándole una fuerza horizontal en su capitel y han comprobado que podría resistir hasta una tonelada sin problemas. El proceso de cálculo, comentó Sánchez, lo revisaron tantas veces como fue necesario para asegurarse: «Es ahí donde un ingeniero especializado en cálculos aporta mucho valor. ¡Sabe que está calculando bien!».

Aunque no tuvieron demasiado tiempo para hacerlo y era la primera vez que actuaban en Patrimonio –su especialidad es el sector industrial y sobre todo los cálculos para ascensores–, ante este encargo del Consistorio turolense, lo único que vio el responsable de Samat es que tenían que validar una estructura reforzada con fibra de vidrio. Fue luego, comentó, cuando se dio cuenta de que «el cliente no era un persona esperando un certificado, sino que había unos cuantos ojos más puestos en ello», en referencia a los miles de personas que esperaban con muchas ganas las fiestas de la Vaquilla después de dos años sin celebraciones por la pandemia.

Un «mantenimiento activo», según este ingeniero, es vital para conservar el patrimonio de Aragón y los cálculos de resistencia –presentes en el diseño de cualquier maquinaria o estructura– deberían, dijo, ser parte de la vida de los monumentos públicos.

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