La banca afronta otro cambio de ciclo con intereses al alza por la inflación y el temor al nuevo impuesto

Comienza la semana clave en la que el BCE aprobará su primera subida de tipos para la «normalización» de la política monetaria.

Christine Lagarde, presidenta del BCE, durante una rueda de prensa este jueves.
Christine Lagarde, presidenta del BCE.
Ronald Wittek

Las entidades financieras habían sorteado la crisis del coronavirus, no sin problemas derivados de una parálisis económica repentina de la que poco a poco han conseguido sobreponerse. Sin embargo, la invasión rusa de Ucrania también ha irrumpido en este sector disparando una inflación que ya venía aumentando en los meses previos y con un nuevo rumbo en la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE): la subida de tipos de interés.

Hacía años, más de una década, que la banca ha tenido que adaptar su modelo de negocio a un contexto con el precio oficial del dinero en el 0%; pero con muchos otros tipos vinculados a sus productos en negativo, como el euríbor en las hipotecas. Todo el sector reclamaba hasta principios de 2020 -justo antes de que el covid se extendiera por todo el mundo- una "normalización" de la política monetaria del BCE. Por normalización entienden que los tipos subieran porque es la base de su negocio: cobrar dinero por los préstamos y remunera los depósitos. Nada ha sido así en la última década.

El margen de intereses ha sido el hándicap de las entidades financieras españolas -y europeas- en los últimos años. Esto es, la diferencia entre lo que le rentan los créditos, y préstamos que la entidad tiene en su balance y lo que paga el banco a los depósitos, entre otros productos. Al convivir en una etapa prolongada con tipos casi al 0%, este ratio ha ido evolucionando no tan favorablemente como lo hacía hasta la anterior crisis financiera.

Durante el año 2021, la gran banca cerró con un margen de intereses superior a los 18.000 millones de euros. Sin embargo, las entidades cuentan los días para que el BCE actúe (será este mismo jueves, día 21 de julio) porque estiman que un alza de tipos de un punto porcentual les permitiría aumentar en unos 3.100 millones de euros el margen de intereses a 12 meses vista, que es el tiempo que los bancos estiman que debe transcurrir para que sus cuentas reflejen ese incremento. La sensibilidad del margen de intereses de los bancos españoles a un repunte de los tipos es bastante alta, debido al tipo de negocio, muy especializado en hipotecas, créditos y depósitos. En resumen, si el BCE sube tipos, les vendrá bien.

El euríbor, cerca del 1%

De hecho, el euríbor ya ha venido incrementado su valor en las últimas semanas como previa a la propia actuación del organismo presidido por Christine Lagarde. El que es el principal índice hipotecario utilizado en España ha pasado de encontrarse en negativo a finales de 2021 (estaba entonces un -0,5%) a situarse en torno al 0,8% (en terreno positivo) de estos últimos días. Las hipotecas que se han revisado estas semanas han visto cómo su cuota se ha incrementado una media de 100 euros al mes al trasladar esta nueva etapa de tipos al alza.

Y ese es precisamente el gancho que ha querido utilizar el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al anunciar que el nuevo impuesto sobre los beneficios extraordinarios también se aplicará a la banca. ¿La razón? Que la banca "ya ha empezado a beneficiarse de la subida de tipos de interés". Así lo indicó durante el debate sobre el estado de la nación. La duda residirá en definir qué es una ganancia extraordinaria vinculada a que el BCE suba tipos. Porque esta decisión de Fráncort no sería inédita. Lo ha hecho en muchas otras ocasiones.

Un 12% de su resultado

El Ejecutivo estima que el tributo conseguirá recaudar 1.500 millones de euros de la banca en cada uno de los dos próximos años. En 2021, las entidades obtuvieron un resultado neto algo superior a los 20.000 millones de euros. En el primer trimestre del año, han superado los 5.000 millones en todo el mundo, y los 2.000 millones por su negocio en España. La próxima semana todas las corporaciones presentarán sus resultados hasta junio y las estimaciones apuntan que podrían elevar sus beneficios de forma considerable. La firma S&P ya ha calculado que este impuesto especial a la banca supondrá el 12% de los beneficios esperados para 2023 y 2024.

Y las entidades financieras en su conjunto han anticipado que esta decisión tributaria puede tener consecuencias: restricción al crédito, menores inversores e incremento de las comisiones para trasladarle al cliente esta realidad. Las comisiones han sido precisamente la herramienta de la que más se han valido las entidades en los últimos años para mejorar sus cuentas de resultados ante los bajos tipos de interés. Los 2.756 millones de euros que han ingresado las cinco grandes entidades financieras por comisiones a sus clientes en España se han disparado a un 38,3% el peso de este tipo de ingresos en el conjunto de su negocio, supera incluso el récord que marcaron el año anterior con 10.729 al cierre del ejercicio.

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