economía

El millonario filántropo danés que ha decidido conquistar la estratosfera desde Teruel

Mikkel Vestergaard ha elegido la capital turolense para construir la sede en Europa de su nueva compañía de fabricación de dirigibles, Sceye, después de dejar su huella con varios proyectos en África.

Mikkel Vestergaard, fundador del grupo Sceye que quiere construir dirigibles en Teruel.
Mikkel Vestergaard, fundador de la empresa Sceye, que quiere construir dirigibles en Teruel, del grupo Vestergaard.
Toni García/Bykofoto

Mikkel Vestergaard estuvo el pasado 1 de julio en Teruel solo unas horas, las que consiguió sacar de su apretada agenda que le lleva de una parte a otra del mundo desde Estados Unidos donde reside. Nacido en Dinamarca, considerado un héroe por algunos, por sus proyectos para hacer potable el agua en África y evitar enfermedades, es un influyente empresario que montó su primera empresa con 27 años tras un viaje a Nigeria que le marcó personal y profesionalmente.

A sus 50 años, sigue buscando proyectos con un fuerte componente social, marcados por la innovación y ha puesto sus ojos en Teruel, literalmente. Desde la compañía explican que el nombre Sceye fue creado para jugar con la idea de que sus zepelines se conviertan en un ojo en el cielo ( 'Eye in the sky', en inglés), como la popular canción del grupo musical británico de los años 70 y 80 The Alan Parsons Project. Las aeronaves se elevarán hasta la estratosfera, una palabra que para algunos todavía suena a ciencia-ficción y más viendo las enormes dimensiones de estos aparatos. Desde ellos se quieren ofrecer servicios como facilitar al acceso a internet en zonas rurales, enviar imágenes de alta resolución para el control de incendios desde el aire, monitorizar los gases en la atmósfera, entre algunos ejemplos que se dieron en la presentación en Teruel. 

Un imperio surgido tras un año sabático

Detrás del empresario danés hay una historia de emprendimiento con la que ha conseguido levantar un imperio millonario. Su familia tenía una pequeña compañía textil de uniformes en Dinamarca fundada en los años sesenta. A los 18 años decidió tomarse un año sabático y se fue de mochilero. Llegó hasta África, donde terminó montando en Nigeria una empresa de importación de motores y camiones para venderlos allí a un coste que pudieran comprar los consumidores locales. Un golpe de Estado en el país le hizo dejarlo todo y volver a casa, según recuerdan desde su entorno.

En 1993 comenzó a trabajar en la empresa familiar, pero pronto decidió hacer un cambio de orientación estratégico y centrarse en tejidos especiales e innovación que mejorara la vida diaria. Su experiencia en África le marcó y le hizo enfocarse en cubrir necesidades tan básicas como conseguir agua potable y protegerse de la picadura de los mosquitos. Para el proyecto de filtros de agua contó con el apoyo del Centro Carter, fundado por el expresidente norteamericano Jimmy Carter, según se recoge en el repaso a su historia en la web del grupo Vestergaard. Se ha convertido en el mayor fabricante y vendedor de mosquiteras contra  la malaria. Ahora la sede del grupo ya no se encuentra en Dinamarca, sino en Lausana (Suiza).

El grupo cuenta desde 2005 con Lifestraw, que comercializa los filtros de agua. Las mosquiteras se venden bajo la marca Permanet. Ambos productos son utilizados por Naciones Unidas, Gobiernos y ONG. Además, fabrica unas bolsas con insecticida para proteger las semillas de las plagas, bajo la marca Zerofly. Con todos estos proyectos, Vestergaard se convirtió en esos años en un habitual en foros internacionales como emprendedor social, incluido el de Davos, en el que también ha participado. En sus redes sociales se pueden encontrar fotos con el presidente estadounidense Barack Obama y el actual Joe Biden. 

Mikkel Vestergaard en uno de sus proyectos solidarios en África.
Mikkel Vestergaard, junto a su mujer Rachel, en uno de sus proyectos solidarios en África.
V. F.

La compañía de dirigibles es la última creada en el grupo. Se fundó en 2014 en Nuevo México (EE. UU.) e hizo su primer vuelo de prueba en 2016. Ha hecho varios lanzamientos de prueba, el último en junio. La firma nació a partir de una colaboración de Vestergaard y la Nasa, la agencia espacial de EE. UU. El empresario es asesor en uno de sus programas, dirigido a cómo ayudar a proteger la tierra y a las personas. Ha sido todo un reto para el emprendedor por el giro que supone en su actividad. Se suma en cierto modo a la carrera hacia la conquista del cielo iniciada por otros empresarios de peso como el polémico Elon Musk, fundador de Tesla, y Jeff Bezos, magnate de Amazon, ambos embarcados en millonarias inversiones para extender internet, pero desde el espacio y mediante satélites.

Sin embargo, la filosofía de Vestergaard es seguir trabajando por aumentar el impacto social de sus compañías, además de liderar proyectos en África de salud y educación. Uno de sus lemas es que "hacer el bien es un negocio bueno" ('Doing good is good business'), para intentar explicar que ser "emprendedor humanitario" como se define, es rentable y animar  a otros a seguir su ejemplo. 

Algunas pinceladas de su vida personal pueden seguirse por sus redes sociales con imágenes que sorprenden casi tanto como su trayectoria empresarial. En 2017 se casó rodeado de hielo en la Antártida. Su mujer, Rachel Vestergaard, a la que conoció en uno de los foros tecnológicos a los que acude habitualmente, fundó el año pasado Empower Co., que trabaja para el desarrollo de las mujeres. Desde ella se trata fomentar los sistemas de medición y 'monetización' del capital social creado por las mujeres para reconocer su contribución a la economía y las comunidades locales, según explicaba la fundadora en una entrevista reciente para la publicación 'Forbes'. La pareja tiene un niño pequeño.

Un dirigible de Sceye en Nuevo México.
Un dirigible de Sceye en Nuevo México.
Sceye

Durante el acto solemne en el que el Gobierno de Aragón anunció la llegada de la empresa de dirigibles, el presidente aragonés Javier Lambán confesó que el empresario requeriría "una rueda de prensa entera" y se mostró sorprendido por su trayectoria, tras el encuentro previo que mantuvieron.

Vestergaard, en su intervención, en la que hizo de traductor del inglés el responsable de la compañía en España, Alfredo Serrano, no hizo ninguna referencia a sus otras actividades y desde su entorno aseguran que no le gusta que la información se centre en él sino en sus proyectos. Explicó que fue la Agencia Espacial Europea la que le habló de Teruel, que visitó por primera vez en 2019. 

El proyecto en Teruel se encuentra en fase de licitación de los hangares en los que se espera que trabajen 135 personas cuando esté a pleno rendimiento.  El objetivo es que en 2024 estén listas las primeras naves, que se pilotan desde tierra, como un dron. Entonces se podrá comprobar si el emprendedor danés ha conseguido conquistar la estratosfera desde Teruel.

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