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El reto de traer mercancías de China

Jorge Valera, de la multinacional DSV, analiza los efectos de la crisis de suministros y habla de cómo reducir sus perjuicios.

Jorge Valera, de la multinacional de transporte DSV.
Jorge Valera, de la multinacional de transporte DSV.
Francisco Jiménez

El profesional. Jorge Valera (Zaragoza, 1987), actual responsable del ferrocarril y cuentas estratégicas en DSV Air & Sea para España y Portugal, vive con gran intensidad la actual crisis de suministros de mercancías procedentes de China y otros puntos de Asia. Lo hace por su trabajo en la multinacional danesa, pero también por el conocimiento que tiene de la realidad del gran gigante asiático, donde vivió durante 10 años, dedicándose a la logística. DSV mueve mercancías por tierra (carretera y ferrocarril), mar y aire y es por ello que las soluciones que ofrece a sus clientes son de lo más variado. Utilizando todos los medio y siendo consciente de la necesidad que tienen nuestras empresas -él trabaja entre Zaragoza y Barcelona- de contar a tiempo con esas piezas que solo pueden ser adquiridas a proveedores ubicados en la otra punto del mundo. Es por ello que destaca ya, desde el inicio de la conversación, los cambios que en la operativa de su compañía se han producido en el último año por los efectos de la pandemia de covid-19 en el tráfico de mercancías internacional. «Para nosotros fue desde el confinamiento cuando vimos un gran cambio», apunta. «Fue entonces cuando los servicios alternativos al marítimo, como el tren y el camión desde China, tuvieron un gran aumento de demanda, servicios que DSV Zaragoza lleva operando desde 2017 y que no eran conocidos por el gran público hasta el año de la pandemia», señala. «Desde entonces», destaca, «esta alta demanda se mantuvo constante y volvió a incrementarse con las demoras del servicio marítimo». En todo caso, el camión que trae a España mercancías desde China necesita 14 conductores para unos 13.000 kilómetros y por la situación actual, con los controles fronterizos más rígidos a causa de la pandemia hay fuertes demoras, por lo que el tiempo de llegada de productos se alarga hasta los 35 días.

Recomendaciones. Preguntado sobre lo que cree que las empresas que necesitan mercancía de China deben hacer, Jorge Valera recomienda que, a corto plazo, no usen servicios marítimos con transbordos, sino solo los servicios directos por la alta congestión. «También, que consideren mover parte de su producción a través de un medio alternativo como lo es el tren o el camión», añade antes de recordar que hay algunos países asiáticos donde la opción de tren y camión no existe, y allí solo quedaría el aéreo como una alternativa que «no suele ser la primera opción debido a los costes». «Mi recomendación a medio y largo plazo», añade, «es que planifiquen con la máxima antelación posible sus pedidos para poder reducir las demoras del servicio marítimo». En todo caso, él considera que esta situación «va a tardar en arreglarse, y no en unos pocos meses».

China, fábrica del mundo. Jorge Valera está entre quienes piensan que recuperar en Europa fabricación que hoy se realiza casi en exclusiva en China no será fácil. «China tiene casi todas las líneas de producción y moverlas hacia aquí supondría un coste muy alto», indica. «Mi opinión personal es que sí que veremos un aumento leve de fabricación local de algunos productos, pero no será significativo y posiblemente solo se hará para productos básicos o de escasa tecnología», considera. «Para bien o para mal nos hemos convertido en muy dependientes de China y este país acapara la tecnología para poder producir en grandes cantidades», afirma. «Tenemos que pensar que no es solo el producto en sí lo que tendría que desplazarse sino también todos sus proveedores, los de equipos, de materias primas, etc. Yo personalmente lo veo complicado, al menos a corto y medio plazo», incide.

Afecciones en Zaragoza. Sobre las repercusiones de la crisis de suministro en Zaragoza, Valera apunta que ve a los clientes «muy preocupados y nerviosos, sobre todo porque lo que antes funcionaba bien y sin problemas ahora mismo es una demora continua». A nivel demanda, precisa, en DSV han sufrido un fuerte incremento de las peticiones de transporte y eso les ha movido a comprar más capacidad en tren, aviones y barcos para poder cubrir esa demanda que reclaman. «Aquí también cabe destacar que el poder disponer de servicios de tren y camión nos ayuda mucho a absorber esta demanda, pues el servicio que mas está sufriendo es el marítimo, el cual supone el porcentaje mayor del total de mercancías que se transportan con Asia», indica.

El grupo. DSV tiene 24 centros en España, uno de ellos en el polígono Plaza de Zaragoza instalado con un proyecto llave en mano de Merlin Properties. Suma 1.500 trabajadores y 315.000 metros cuadrados de instalaciones en todo el país. Su facturación a nivel nacional alcanza los 514 millones de euros.

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