automoción
Entrerríos se consolida en Seat como proveedor con dos nuevos contratos
La firma aragonesa gestionará la integración de vehículos autoguiados y hará cambios a led en las instalaciones de la planta de Martorell.
La empresa zaragozana Entrerríos Automatización consolida su presencia como proveedor de la fábrica de automóviles de Seat en Martorell al hacerse con dos contratos importantes. Uno de ellos está vinculado al servicio de integración de vehículos autoguiados (AGV) -robots muy utilizados en factorías para trasladar piezas de una sección a otra- y el otro con el cambio de fluorescencia a led de todos los pasillos, zonas de trabajo, vestuarios y aseos de la fábrica barcelonesa de la filial española de Volkswagen.
Las dos adjudicaciones suponen «más trabajo, más empleo y más presencia en Seat» para Entrerríos, según confirmó su director general, Enrique González Luque. La empresa aragonesa ya tenía un contrato de automatización con la planta de Martorell, sellado el año pasado, y más recientemente se hizo con otro para el Data Center de esas instalaciones.
Entrerríos Automatización tiene desarrollado e implementado en varias plantas del automóvil un sistema de software para la gestión de flotas y entornos de AGV de diferentes fabricantes filoguiados y ‘mapping’. La estandarización de este sistema, según la empresa, permite el intercambio de vehículos entre instalaciones, sin importar el proveedor, y facilita que las interacciones entre diferentes circuitos se haga bajo control.
La especialización en la gestión de esta suerte de robots está permitiendo a compañías como Entrerríos incrementar su cuota de mercado en ámbitos industriales. «Todas las opciones de tráfico de los vehículos se configuran desde las pantallas de campo», sostiene la firma zaragozana al explicar los ahorros en personal cualificado que permite una gestión adecuada en este campo. Su correcta utilización, señala también, supone una ayuda a los departamentos de ingeniería y mantenimiento de las fábricas, ya que tener un solo gestor permite comparar datos de diferentes circuitos. Con este sistema, el rendimiento y la eficacia pueden medirse y el mantenimiento se convierte en predictivo.
Denominados coloquialmente en muchas ocasiones como ‘cocodrilos’, por su aspecto -bajos de altura y alargados-, los AGV han ido poblando factorías del automóvil (entre ellas la de Opel PSA) y de otros sectores de manera creciente, ahora ya también con formas distintas.
