Adiós al fogoso luchador de ECOS

Comercio. Falleció el pasado 19 de febrero por coronavirus, a los 82 años, José Luis García Basterra, uno de los más fogosos defensores del pequeño comercio en Zaragoza. Un hombre tosco, rudo, como lo definí en esta misma sección en mayo de 2005, en los días que dejaba la presidencia de la Federación de Empresarios del Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia, ECOS. Lideró la organización durante ocho intensos años, marcados por el incremento de metros cuadrados de grandes superficies en la ciudad, en algunos casos de modo ilegal (así lo dictaminaron los tribunales), mostrando una férrea defensa de los intereses de los pequeños comerciantes zaragozanos, los del centro y los de los barrios, así como los de pequeñas localidades. A este colectivo defendió, escribí entonces, «con vehemencia y corazón», reconociendo que se había manifestado «con palabras (y obras) muy en contra de las grandes superficies y, aunque los tribunales le han dado la razón una y otra vez, algunos creen que hubiese sido mejor (para el sector, incluso) ser más pragmático». De hecho, después de su marcha, la defensa de este sector se ha hecho de otra manera, quizás posiblemente con más pragmatismo, el que ha definido en líneas generales la forma de trabajar del sucesor de García Basterra en ECOS, José Antonio Pueyo, y del gerente de la organización, Vicente Gracia. Este último, de hecho, estuvo en su día en la inauguración de las instalaciones del World Trade Center de la capital aragonesa, ubicadas en el terreno de la denominada ‘salchicha del Actur’, un espacio donde se construyó Grancasa, centro comercial creado en su origen con el concurso de pequeños comerciantes que después dio lugar a un ‘pelotazo’ con su venta a un gran grupo. Una operación que el ahora fallecido presidente de ECOS y otros que trabajaron con él en esos años consideraron una auténtica traición, con el enriquecimiento de unos pocos.

ECOS. Durante la presidencia de García Basterra surgió el nombre de ECOS, una curiosa forma de forzar una denominación con la E de empresarios, las letras CO de comercio y la S de servicios que ayudaría a dar personalidad al colectivo de comerciantes con un nombre fácil de recordar y cuyo significado le añadía intención. En esos años el que ejercía la presidencia de ECOS participó muy activamente en los Planes de Equipamiento Comercial orquestados desde la DGA y que posibilitaron la convivencia de las grandes superficies con el pequeño y mediano comercio. En ese terreno García Basterra se manifestó muy en contra de aceptar la instalación de centros que no cumplían los requisitos legales. Tal cosa ocurrió, de hecho, con el hipermercado de Alcampo Utrillas, ubicado cerca del pabellón Príncipe Felipe, donde las sentencias de los pleitos que surgieron dieron la razón a ECOS. En el caso de Grancasa, los pequeños comerciantes se sintieron traicionados por la actuación de personas como Valeriano Mayayo e Isabelo Forcén, los grandes beneficiarios de aquella operación.

Trayectoria. José Luis García Basterra estuvo ligado al comercio desde su infancia, ya que su padre regentaba una mercería. Pero sus orígenes profesionales no comenzaron en una tienda, sino como administrativo en la empresa Dragados y Construcciones. No estuvo allí mucho tiempo porque, como explicó él mismo en una entrevista publicada en este diario, poco después pidió una excedencia para ocuparse de una fábrica de calzado que su suegro tenía instalada en el barrio de Delicias, en Zaragoza. Su entrada en el comercio se produjo en 1982 cuando le surgió la posibilidad de coger un traspaso en una céntrica calle de Zaragoza. Primero vendió sombreros (a eso se dedicaba el comercio) y después introdujo el calzado que fabricaba, producción que dejó en 1992. Desde entonces su vida profesional se centró en el sector comercial hasta su jubilación.

En la cámara. Gª Basterra fue vocal del pleno de la Cámara de Comercio de Zaragoza durante los periodos camerales 1998-2002 y 2002-2006. Ahí participó de forma muy activa en la comisión de Comercio Interior. Casado, padre de dos hijos y abuelo, estos días ha sido recordado con afecto y reconocimiento por su trabajo por profesionales como Miguel Herrero (Sancarlos) y Gabriel Morales (Peletería Gabriel), compañeros de batallas.