La negociación del ERE de Ibercaja llega al final con las posturas distantes

La negociación del expediente de regulación de empleo (ERE) de Ibercaja llega al último día previsto para alcanzar un acuerdo con las posturas aún distantes después de la reunión mantenida este jueves entre la dirección y los representantes de los trabajadores. El banco ha presentado en un encuentro celebrado al mediodía una oferta con alguna mejora respecto al planteamiento anterior que fue considerada por los sindicatos (CC. OO., UGT, Apeca Fine, ACi y Asipa) de carácter «estético», lo que ha llevado a los dirigentes de las centrales –que mantienen la unidad– a rechazar la propuesta por considerarla «inaceptable». Así, el encuentro previsto inicialmente a las 19.00 no se ha celebrado y las partes se emplazaron a una nueva reunión este viernes a las 9.30.

La dirección de Ibercaja ha planteado elevar las subvenciones de las salidas para los empleados nacidos entre 1961 y 1963 del 80% al 82% del salario hasta que cumplan 63 años. La entidad mantiene el ofrecimiento del 75% del sueldo tanto a los nacidos antes de esos años como a los de 1964, mientras que a los de 1965 se les ofrece el 70%. A empleados más jóvenes que quieran salir se les propone el cobro de sueldo durante 18 meses.

Reivindicaciones sindicales

Desde los sindicatos se ha indicado que hay cuatro ámbitos en sus reivindicaciones que la dirección del banco sigue sin aceptar porque lo planteado hasta ahora, afirman, no garantiza la voluntariedad en las salidas; la movilidad geográfica «sigue siendo traumática»; no está resuelta la cláusula de garantía en materia de Seguridad Social, y la plantilla que se queda sigue asumiendo parte del coste del ERE. Las centrales consideran que la situación de Ibercaja es ahora más sólida que hace unos años y que por ello hay margen de mejora en las condiciones.

La dirección del banco aragonés presentó este expediente de regulación de empleo esgrimiendo razones organizativas, económicas y de producción, recordando que este ajuste se produce en un escenario marcado por la crisis económica generada por la expansión del coronavirus.

En el inicio del diálogo sobre el ERE, el pasado 3 de noviembre, Ibercaja planteó la salida de 790 trabajadores y el cierre de 220 oficinas, si bien un mes después rebajó esos números. La cifra de afectados que incluye el posicionamiento actual de la entidad es de 750 empleados y el cierre de oficinas se ha reducido a las 208. Las discrepancias en las negociaciones, en cualquier caso, no han estado en estas cuestiones, sino, sobre todo, en la cuantía de las subvenciones y en lo relacionado con la movilidad geográfica.

Las partes, eso sí, mantienen su voluntad de diálogo, tal y como han indicado este jueves, si bien son conscientes de que solo queda este viernes para acercar posturas y lograr un acuerdo, sabiendo que la presentación de un ERE sin el aval de los sindicatos no es el escenario más deseado.