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Trump prepara el envío de cheques de hasta mil dólares a los ciudadanos

La partida supone un estímulo económico de un billón de dólares y supera todos los planes propuestos hasta el momento.

Washington, 17 mar (EFE).- El Gobierno estadounidense planea enviar cheques a los ciudadanos "de manera inmediata" para contener el impacto económico de la crisis por la pandemia del coronavirus, inf...
Trump escucha a Mnuchin este martes en Washington
Trump escucha a Mnuchin este martes en Washington
EP

Es año electoral, Donald Trump se juega la reelección. Por eso ha sido tan fácil quitarle de la cabeza las ayudas fiscales para paliar la crisis que, según los economistas, hubieran ayudado más a las grandes empresas y ciudadanos más acaudalados. Este martes el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, anunció que estudian enviar directamente a cada ciudadano cheques de hasta mil dólares de forma inmediata.

«Vamos a ayudarles ya, en las próximas dos semanas». Eso quiere decir que en el mejor de los casos los cheques podrían llegar a los ciudadanos a final de abril. A Wall Street le ha gustado la idea, y a la oposición también. Los economistas advertían que los recortes fiscales tardan demasiado tiempo en repercutir en la economía, dañada a lo largo y ancho de la sociedad. La idea todavía tiene que vencer la resistencia de los senadores republicanos que preferían aprovechar esta crisis para seguir bajando los impuestos.

La partida que propone la Casa Blanca equivaldría a un plan de estímulo económico de un billón de dólares y sería el mayor paquete que se haya aprobado nunca en la historia. Además, incluirá ayudas directas para sectores críticos particularmente dañados como las aerolíneas, que recibirían 50.000 millones, y otros negocios de la pequeña y mediana empresa a los que se destinarían 250.000 millones de dólares. La Reserva Federal ya hizo un movimiento inédito el pasado domingo al bajar los tipos de interés casi a cero en un intento de estabilizar la economía e inyectar liquidez a los bancos para facilitar los préstamos, pero no fue suficiente.

«Son tiempos extraordinarios que requieren medias extraordinarias»

«Son tiempos extraordinarios que requieren medias extraordinarias», dijo este martes a los legisladores de su partido el líder republicano del Senado Mitch McConnell. Por una vez, los propios republicanos entienden que la clase alta no debe beneficiarse de ello. «Creo que está claro que no necesitamos enviar mil dólares a quien gana millones de dólares año», explicó el secretario del Tesoro, que sería uno de los excluidos.

Con esta medida, horas antes solo «una idea» de las que barajaba Mnuchin, queda desfasada la ley que aprobó el viernes la Cámara Baja, en la que se contemplan 100.000 millones en ayudas, que ahora podrían incluirse en el nuevo paquete. Aquello ya era un repentino aumento de los 8.500 millones propuestos por los demócratas, que a su vez habían subido la mano de Trump. Así de rápida evoluciona la crisis del coronavirus, que se propaga a la misma velocidad que la pandemia entre los negocios que han cerrado las puertas y los trabajadores que se han quedado sin trabajo.

Con todo, el líder de la oposición en el Senado, Charles Schumer, presentará su propia versión del plan, que expande el seguro de desempleo, proporciona dinero para transporte público, amplía la asistencia médica, congela los embargos y proporciona préstamos a bajo interés. Todo ello por 750.000 millones de dólares. La negociación será ardua, por mucho que apremie su aprobación.

Medidas de aislamiento

A Schumer le urge más que a nadie. Como senador por Nueva York, su distrito electoral es uno de los que más casos registra y puede convertirse pronto en el más afectado del país. Con nueve muertos y 814 casos a primera hora del martes, el alcalde Bill de Blasio anunció que considera poner a toda la ciudad en cuarentena, como ya ha hecho parte de California. Siete condados alrededor de Silicon Valley impusieron ayer medidas que forzarán el aislamiento de siete millones de personas.

De Blasio se ha dado 48 horas para tomar tan severa decisión, a la que se opone el gobernador Andrew Cuomo, temeroso de que el cierre de la Gran Manzana simplemente signifique la dispersión de sus habitantes en el resto del Estado. Para poder imponer medidas uniformes a nivel federal haría falta una orden del presidente, que no solo ha entendido de golpe el calibre de la epidemia sino que ha perdido la memoria reciente.

Hace una semana aseguraba que este virus desaparecería en abril, en cuanto subieran las temperaturas. Pero el martes ya dijo que puede durar hasta «julio o agosto». Y ya no «desaparecerá como por milagro». A diferencia de esa frase de hace dos semanas, esta vez afirmó haber sabido «siempre» que era una verdadera pandemia. Y si de verdad lo sabía, la pregunta será por qué durante dos meses ni siquiera permitió pruebas de diagnóstico. Para cuando la tormenta pase, Donald Trump tendrá mucho a lo que responder, y puede ser en las urnas de noviembre.

El secretario del Tesoro ha evitado ofrecer una cifra concreta acerca del monto de esos cheques. Mientras, los medios de comunicación estadounidenses han adelantado que el paquete de estímulo fiscal podría superar los 850.000 millones de dólares (unos 775.000 millones de euros) entre aplazamientos del pago de impuestos, asistencia a sectores especialmente afectados como las aerolíneas u hoteles, y la entrega de efectivo a los ciudadanos.

Mnuchin ha insistido en el compromiso de mantener abiertos los mercados financieros, aunque ha reconocido que "en algún momento quizá se tenga que reducir los horarios" de funcionamiento.

Aumentar la liquidez

Previamente, el Departamento del Tesoro y la Reserva Federal habían anunciado nuevas medidas excepcionales para aumentar la liquidez de los mercados financieros por valor de más de 500.000 millones de dólares (unos 455.000 millones de euros), ante las tensiones generadas por la rápida expansión del coronavirus.

"Vamos ser ambiciosos y atrevidos", remarcó el propio Donald Trump en la misma conferencia de prensa.

La propuesta, no obstante, debe ser discutida y aprobada por el Congreso de Estados Unidos, donde la oposición demócrata controla la Cámara de Representantes y los republicanos, el Senado.

Trump reconoció este lunes que es "posible" que la economía de EE. UU. se encamine a una recesión ante la magnitud de las medidas adoptadas para frenar la expansión de la epidemia, entre las que figuran la restricción de los viajes internacionales, las cancelaciones de eventos masivos y el cierre de bares y restaurantes.

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