automoción

Las auxiliares ultiman los trabajos para entregar en octubre las primeras piezas del nuevo Corsa

La industria de componentes sumará 120 millones en inversiones, destaca Benito Tesier, presidente del CAAR

Operarios de una de las plantas de Gestamp en Pedrola
Operarios de una de las plantas de Gestamp en Pedrola
Enrique Navarro

Validando todos los procesos y homologando las piezas. Así está la industria auxiliar, señala Juan José Arcéiz, secretario general de UGT-FICA en Aragón. «A principios de octubre se lanzará el nuevo Corsa. Ahora están con las preseries, pero tienen que ultimarlo todo para ser capaces de servir en línea las piezas a la factoría de Opel PSA la primera semana de octubre». Frente a otros lanzamientos, la novedad es que la sexta generación del Corsa tendrá versión eléctrica un año después, en 2020, lo que implica que la industria auxiliar tenga que hacer componentes para ambas versiones del vehículo».

Un doble desafío que supondrá para la red de proveedores inversiones por valor de 120 millones, recuerda Benito Tesier, presidente del Clúster de la Automoción en Aragón (CAAR), que valora positivamente la línea de ayudas de 12 millones a tres años en innovación para el vehículo eléctrico, anunciada por la consejera de Economía, Marta Gastón, y cuya convocatoria saldrá publicada este lunes en el BOA. «El reto tecnológico es de todos. Tenemos que recorrer juntos una transición ordenada e inteligente hacia una movilidad sostenible y todos hemos de poner de nuestra parte», añade.

Para Tesier, «el desafío del futuro va a ser cómo compensar en el resto de los componentes del coche el mayor peso que tiene la batería eléctrica –frente a los motores térmicos, más ligeros– para hacer que el nuevo Corsa eléctrico pese menos». Y no solo el eléctrico, el nuevo Corsa que se presentará a principios de junio en Rüsselsheim (Alemania) será ya un 10% más ligero y pesará menos de 1.000 kilogramos, según informó recientemente Opel.

Hablar de menos peso es hablar de más tecnología, subraya Tesier, convencido de que «las auxiliares van a tener que incorporar muchísima innovación para poder adaptarse a estos cambios». Sin embargo, hay que hacerlo desde la prudencia, advierte: «Que la planta de Opel PSA se electrifique es fundamental. Implica no quedarse fuera de juego, pero veremos cómo la fiebre del eléctrico se irá calmando a medida que irrumpa en el mercado una diversificada oferta de vehículos: híbridos, gasificados, de hidrógeno... soluciones nuevas que van a permitir también seguir manteniendo los vehículos de propulsión tradicional», eso sí, «cada vez más eficientes y con menos emisiones», destaca.

Mantener la competitividad y «demostrar cada día que hacemos las cosas bien» son las recetas para atar el futuro de la industria auxiliar, asegura Tesier. «El 75% del valor del vehículo lo aporta la industria de componentes. Un vehículo tiene entre 4.000 y 7.000 piezas. El paso del vehículo tradicional al eléctrico no va a suponer, como se piensa, una reducción de ese valor del 75%. No va a bajar porque los componentes incorporarán mucha más tecnología», remarca por su parte José Portilla, presidente de Sernauto (Asociación española de fabricantes de equipos y componentes para automoción).

Mientras el panorama de la movilidad del futuro se sigue debatiendo, la industria auxiliar aragonesa tiene por delante cuatro meses de intenso trabajo para hacer frente a este nuevo lanzamiento del Corsa, el primero que harán con PSA. Atrás queda ya la pelea por las asignaciones que, en esta ocasión, fue más dura si cabe. Como recuerda Tomás Lara, director de Recursos Humanos de Faurecia en España, «la presión de costes es algo histórico en el sector del automóvil, lo cual no significa que no sea difícil porque cada año lo es más y si a esto le unimos la transición ecológica, vemos que son muchos los cambios que se van a producir y que hay muchas incógnitas por resolver». Por eso, no queda otra, avisa, que «avanzar todos juntos», en relación al sector e implicando a todos los agente –empresas, Administración y sindicatos– para marcar el camino a seguir. La agilidad, la competitividad y la concertación social, considera, son claves para estar a la altura del reto que se le plantea a una industria, la de componentes en España, que ocupa la cuarta posición en Europa.

Una concertación social que sigue haciéndose esperar en el caso de Android, que sigue en conversaciones con PSA, que le pone como condición para la renovación de la contrata alcanzar un pacto con la representación de los trabajadores, que no parece sencillo.

Gestamp, con las preseries

Mientras tanto, las auxiliares y la planta de Opel PSA se afanan en tener todo listo para el lanzamiento del Corsa en octubre. Es el caso de los 250 trabajadores de Gestamp que están ya fabricando piezas para las preseries del Corsa desde septiembre 2018 con la intención de mandarlas ya en serie en octubre de este año. Desde la compañía, de las pocas que en Aragón que utiliza la estampación en caliente y que facturó 100 millones el pasado año, aseguran que «será decisiva la entrada en producción del nuevo Corsa: un proyecto para el que tenemos buenas perspectivas, ya que fabricamos componentes de carrocería y chasis desde nuestras dos plantas en Aragón». Y es que PSA es su principal cliente, pero no el único. Este año tienen previsto arrancar también con el Ford Kuga, para el que van a producir algunas piezas.

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