La de veterinario es una profesión cotizada. Al menos en Francia y el Reino Unido. Eso sí siempre que los profesionales formados en esta materia quieran dedicarse al sector de la producción animal y prestar sus servicios en las explotaciones del medio rural de ambos países. Y es que las ganaderías galas e inglesas se encuentran con graves problemas para disponer de personal cualificado, ya que si bien antaño muchos estudiantes nativos que llegaban a las facultades de veterinaria procedían de ese medio rural que ahora los reclama, en la actualidad la mayoría de los alumnos son originarios del ámbito urbano que prefieren orientar su carrera profesional hacia el tratamiento de las enfermedades de las mascotas (sobre todo perros y gatos…) para no tener que abandonar así la urbe en la que viven.

Es la realidad que explicaron empresas como la francesa Socsa Agroalimentaire y la británica IVC Group en sendas jornadas organizada por el Colegio de Veterinarios de Huesca, en la que explicaron las necesidades de la empresas, que opera fundamentalmente en el sur de Francia, en la zona de Pau y hacia Toulouse, y expusieron los requisitos que exigen y las ventajas que ofrecen a aquellos que quieran unirse a su equipo veterinario.

Desde la empresa explican que “cualquier veterinario titulado en España no tendrá problemas para ejercer su profesión en Francia”, aunque se exige “un cierto conocimiento del idioma”, al menos, el mínimo para poder comunicarse con los ganaderos. Y es más, aunque lo recomendable es que un nivel B1, la empresa ofrece formación y aprendizaje del idioma a sus futuros empleados para los que dispone de puestos de trabajo fijo en los que garantiza además la promoción profesional.

Responsables de Socsa, en cuya plantilla ya figuran profesionales españoles, detallan además que la experiencia profesional como veterinario en Francia es muy valiosa “por los conocimientos que transmiten los propios ganaderos”, pero también por el sistema de de trabajo, “muy humano y cercano a los productores” y “muy bien pagado”. De hecho según diferentes estudios comparativos, el salario medio de un veterinario europeo es de 38.500 euros, una cifra que puede superar de media los 45.000 euros en Francia. En España esta retribución está muy por debajo de estas cifras y se sitúa en un promedio de poco más de 27.800 euros.

Los interesados en trabajar en esta empresa pueden enviar su curriculum a vignes.socsa@gmail.co o a jferreira.alitec@wanadoo.fr

Un sistema diferente

A pesar de la incertidumbre que está generando el 'brexit', el británico también se presenta como un mercado de oportunidades para los veterinarios aragoneses. “Hay muchos veterinario extranjeros en el Reino Unido”, señalaba en aquella jornada Luis A. Sainz Pardo, un experto en esta materia, que destacaba que la mitad de los colegiados de ese país son extranjeros y que España tiene una gran importancia como fuente de profesionales. Según Sainz Pardo, el veterinario español no tiene nada que envidiar al británico en aspectos clínicos, por lo que su incorporación a los puestos de trabajo ofertados no supone una gran dificultad, aunque por supuesto hay que conocer el idioma y la legislación y el código deontológico del país. Solo hay una diferencia, “allí se trabaja la comunicación y la relación con el cliente desde la universidad”, explicaba.

Hay que tener en cuenta, sin embargo, como señalan desde IVC Group International, que el sistema británico es distinto, por lo que cualquier profesional que quiera tener éxito en aquel país “debe ir informado sobre qué se espera de un veterinario, qué puede obtener, cómo puede integrarse...)”. De todas maneras, lo veterinarios interesados en trabajar en el Reino Unido pueden enviar carta de presentación y currículum a luis@practiceaidltd.como o SbellesJimenez@independentvetcare.co.uk