Tres de cada diez españoles en edad de trabajar no tiene empleo ni lo busca

Por primera vez se superan los 16 millones de inactivos, que, sumados a los parados, suponen más de la mitad de la población adulta.

Oficina del Inaem
El desempleo bajará hasta los 3,5 millones de parados en 2018, según Ceprede
Aránzazu Navarro

Por primera vez España tiene más de 16 millones de habitantes que ni tienen trabajo ni lo buscan, tras aumentar el pasado trimestre el número de personas inactivas en más de 157.000 y sumar seis ejercicios consecutivos de crecimiento, según constata la última Encuesta de Población Activa (EPA). Si se compara con los inactivos que había registrados antes de la crisis, supone 670.000 más, aunque también es verdad que la población ha aumentado de los 45 millones de 2007 a los 46,5 en 2017, según el INE.

Por el contrario, el número de activos ha ido descendiendo desde 2012, cuando alcanzó máximos al rozar los 23,5 millones de personas mayores de 16 años que estaban trabajando o buscaban empleo. En el primer trimestre de 2018 hay 22,67 millones de residentes en el país que o bien están ocupadas o están en el paro, tras haberse reducido en casi 100.000 respecto a cierre de 2017.

Esto significa que en la actualidad, con casi 10 millones de inactivos reales (sin incorporar a los 6,2 millones jubilados) tres de cada diez españoles en de entre 16 y 65 años (un 29% de 32,5 millones) ni tiene empleo ni lo busca. Si de todos esos 38,7 millones de habitantes mayores de 16 años se descuentan también los casi 3,8 millones de parados que hay, se extrae un dato aún más preocupante: más de la mitad de la población del país o bien está desempleada o no puede ni quiere encontrar un trabajo, aunque técnicamente en ese grupo se incluyen los mayores de 65, a pesar de que en su mayoría han abandonado el mercado laboral. Así, hay 19,9 millones de personas que no producen frente a 18,8 millones que contribuyen a generar riqueza al estar ocupados. Si se incorpora a los más de 7,4 millones de niños, el resultado es peor: por cada cuatro españoles que trabajan, diez no lo hacen.

A la vista de estas cifras, no es de extrañar que la tasa de actividad siga cayendo desde 2012 hasta situarse en el 58,4% en el primer trimestre de 2018, el nivel más bajo de los últimos doce años y lejos de países como Dinamarca (63%), Reino Unido (62%) o Alemania (60%). Y la previsión es que esto no va a hacer otra cosa más que empeorar, ya que hace apenas unas semanas el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió de que, si no hay políticas de choque, la tasa de actividad española se reducirá en 2050 hasta el 50% debido al envejecimiento de la población. Las medidas para evitar a esta situación podrían pasar por seguir avanzando en la incorporación de la mujer al mercado laboral, retrasar aún más la edad de jubilación o impulsar la entrada de inmigrantes que puedan proporcionar mano de obra, algo a lo que anima el FMI para paliar el efecto negativo de una población cada vez más envejecida. Y es que, el número de pensionistas no hace más que crecer y ascendió a más de 8,7 millones en abril, un millón más que una década atrás, de los que casi seis millones son jubilados.

Un millón más de jubilados

Ésta es la razón que aducen los 16,1 millones de españoles que están inactivos. De ellos, cuatro de cada diez (6,25 millones) explican que ni trabajan ni buscan empleo por estar jubilados o prejubilados, una cifra que ha crecido en más de 1,1 millones en la última década. Y más que seguirá creciendo, hasta el punto de que la OCDE ha avisado de que el número de pensionistas por cada trabajador se duplicará en 2050.

El otro motivo para formar parte de la población inactiva es el de dedicarse a las labores domésticas: 3,7 millones de personas no trabajan para cuidar de los hijos, mayores, etc. Y la mayoría son mujeres: más de 3,3 millones frente a los apenas 350.000 hombres, es decir, nueve de cada diez tienen rostro femenino. Por el contrario, los jubilados son principalmente hombres: casi cuatro millones frente a poco más de 2,2 millones de mujeres. La buena noticia es que el número de jubiladas crece a mayor ritmo que el de jubilados, al mismo tiempo que se reduce la cifra de mujeres que no forman parte del mercado laboral por trabajar en casa: un millón menos que hace diez años.

Más equilibrada está la población que es activa por estar estudiando -ha crecido en 350.000 personas en la última década-, e incluso la balanza se inclina a favor de la mujer. Casi 1,4 millones de chicas argumentaron esta razón para no formar parte del mercado laboral, frente a 1,3 millones de chicos.

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