Las empresas del sector funerario quieren acercarse a la sociedad y ser más transparentes por lo que buscan “abrir sus puertas”, además de contribuir a que la muerte sea vista como “parte del ciclo de la vida”.

“La muerte ha sido un tema tabú”, ha reconocido este martes Alfredo Gosálvez, secretario general de Panasef, la Asociación nacional de servicios funerarios, que quiere ofrecer una nueva visión del colectivo y del último adiós, en el encuentro nacional que se celebrará del 25 al 27 de octubre en Zaragoza, cerca de la fecha de Todos los Santos, una de las que más simbolismo tiene para el sector. Esperan que más de 3.000 personas y 300 empresas del sector se den cita en el Auditorio de Zaragoza donde además de las ponencias habrá otras actividades como master class de gastronomía con el chef televisivo Daniel Yranzo y el pastelero Oriol Balaguer y un concierto de la soprano Ainhoa Arteta. También intervendrán los ex ministros José Manuel García-Margallo y Jordi Sevilla, en cuyas ponencias analizarán el sector desde el punto de vista económico y su contribución al PIB.

El colectivo inicia así una “carrera de fondo”, como la ha definido Gosálvez, para explicar a la sociedad su actividad. “El sector está empeñado en ser muy transparente”, ha asegurado, ya que en los últimos años cree que han predominado las noticias negativas ligadas a las acusaciones de oligopolios y precios caros. Por eso quiso desmontar algunas de ellas como la contaminación que emite un horno crematorio. “Tiene la de un atasco de diez minutos”, ha asegurado.

Sector "muy oscuro"

También han hecho autocrítica porque tradicionalmente ha sido un colectivo “muy oscuro”, ha confesado José Vicente Aparicio, vocal de Panasef. Ahora ha habido una concienciación de la mayor parte de las empresas funerarias por unirse y tener una voz común en forma de 'lobby', han explicado. Respecto a los precios de los servicios funerarios, ha precisado que solo el 49% de la factura corresponde a la funeraria, mientras que el resto se reparte entre tasas, impuestos y pagos a proveedores. Critican la subida del IVA que lo ha situado en el 21%. Un servicio puede costar unos 3.000 euros, aunque desde el sector reconocen que es difícil fijar un precio medio. Cada año fallecen en España más de 400.000 personas. El 60% cuentan con un seguro para cubrir los gastos del sepelio. La tasa de mortalidad sigue aumentando ante el envejecimiento de la población.

Del velatorio al homenaje

La asociación trabaja también para adaptarse a los cambios que se vienen produciendo en los funerales. En España se llevó a cabo la primera incineración en los años 70 y ahora estas suponen el 42% de los casos. Se ha pasado de velar en casa a hacerlo en un tanatorio. Y estos han cambiado su arquitectura, desde edificios cerrados a los que priman la luz natural. “Que la gente se angustie lo menos posible”, ha apuntado Aparicio. “Los servicios se personalizan porque cada familia tiene una manera de despedir a su familiar”, ha añadido. Cada vez aumentan los actos en los que se busca “homenajear una vida” en lugar de llorar una muerte. El 80% de los servicios siguen siendo religiosos aunque la tendencia es a combinarlo con una despedida de recuerdo a las etapas de su vida.

Las flores se mantienen como “un elemento simbólico importante” pero “se huye de la corona redonda” y se va hacia el centro de flores o el ramo y con colores más vivos o relacionados con equipos de fútbol, partidos políticos, etc.

En España, el sector está muy atomizado. Lo forman 1.404 empresas que emplean a unos 11.000 trabajadores y tienen una facturación de 1.430 millones de euros. Panasef representa al 70% del colectivo.