UAGA pide medidas "fáciles y ágiles" ante los daños por fauna

Conejos, jabalís corzos, ciervos o grullas causan "graves pérdidas" en miles de hectáreas de cultivo por todo Aragón.

Fernando Bermadaus y José Antonio García observan los daños en un campo donde plantaron cereal, en Épila.
La fauna cinegética y salvaje está causando graves daños y pérdidas en los cultivos.
Macipe

UAGA volvió a alertar este lunes de la "alarma generalizada" que viven los agricultores de más de un centenar de poblaciones aragonesas ante las "graves pérdidas" que tienen que soportar en sus cultivos por los daños ocasionados por la fauna cinegética y salvaje. Y sus representes reiteraron, en una reunión mantenida con los responsables de la dirección de Gestión Forestal del Gobierno de Aragón, la necesidad de poner en marcha medidas "ágiles, fáciles y eficaces" con las que los agricultores, en colaboración con los cazadores, puedan minimizar los destrozos que causan especialmente los conejos, pero también los jabalíes, los corzos, las cabras montesas o las grullas.

Los representantes sindicales reconocen que la flexibilidad y permisividad del Plan de Caza de Aragón –que permite solicitar permisos excepcionales–, la caza a la espera, que amplía los periodos hábiles para cazar y las técnicas (descaste y caza nocturna) e incluso las especies a capturar, puede ser una buena herramienta, "pero no está siendo utilizado de forma correcta, quizá por su desconocimiento", destacó el secretario provincial de UAGA Zaragoza, Francisco Ponce, que insistió en la necesidad de dar "mayor difusión e información de estas medidas tanto a agricultores como a cotos y cazadores".

Cereal y leñosos

Según los datos de la organización agraria, en Aragón hay más de un centenar de pueblos en los que los conejos son una plaga, pero no es la única especie que preocupa a los agricultores. En Albarracín y Maestrazgo los jabalíes y ciervos devoran el cereal sembrado y la cosecha de maíz. La cabra montesa está provocando daños en Cuencas Mineras, Comunidad de Teruel y en el Jiloca, donde además las grullas y los jabalís también reducen la cosecha de cereal. En las comarcas del Pirineo son los jabalís los que destrozan sembrados y praderas y en Cinco Villas, las grullas.

El cereal es el cultivo más afectado y obliga a los productores a resembrar, "con los gastos y el esfuerzo que ello conlleva"si no quieren ver reducida su cosecha, señaló Ponce. El sindicalista insistió además en los graves daños que provocan los conejos, que al raer las ramas de los árboles y las cepas de frutales, olivos, almendros y viñas "provocan su muerte al no permitir el paso de la savia", como sucede en Campo de Cariñena, Valdejalón o Bajo Cinca.

Ponce reconoció que es difícil cuantificar las pérdidas "que son muy importantes" e incluso la superficie afectada, porque aunque según datos de Agroseguro en 2017 fueron más de 10.000 las hectáreas indemnizadas por daños causados por fauna, "serán muchas más, ante los reiterados daños el seguro se convierte prácticamente en inútil y se deja de contratar".

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