En el 35 cumpleaños de la planta de Opel, en un acto organizado por HERALDO (Grupo Henneo) en su propia planta de impresión, el director general de Opel España, Antonio Cobo, habló de los tremendos desafíos que afronta la planta, la de mayor capacidad de Opel y también de GM en todo el mundo, y que ahora bajo la nueva propiedad tiene que transformarse para sobrevivir. De los diez puntos de ese cambio que tendrá que asumir para volver a ser rentable, no dijo nada a expensas de que este jueves sean los máximos responsables del grupo PSA y de Opel quienes los hagan públicos.

Lo que si ha dicho Cobo es que para sobrevivir y poder mantener el empleo no queda otra que adaptarse a los dictados del grupo PSA que ha trazado una línea de meta muy clara y que es que Opel vuelva a la rentabilidad en 2020. De los sacrificios que los trabajadores de esta planta y de las otras de Europa tendrán que asumir, no desveló nada salvo que la plantilla está llamada a hacer más esfuerzos a la hora de ahorrar costes igual que todos los departamentos que integran la factoría zaragozana.

De si la llegada de nuevos dueños supondrá menos modelos para la planta de Zaragoza, rehusó contestar a si el futuro del Adam puede estar en el aire o no. Lo que sí negó taxativamente es que vayamos a tener un inferior volumen de producción ya que en estos momentos “Figueruelas tiene una posición privilegiada ya que cuenta con dos modelos de PSA, el Citroën C3 Aircross Picasso y también el Crossland X, además del Mokka X, que junto al Corsa, permitirá a la planta llegar en 2018 a fabricar en el entorno de 437.199 vehículos.

“Los cambios no son siempre fáciles de asimilar”, reconoció Cobo, pero es la única salida para poder celebrar otros 35 años de existencia. Recordando que el pasado domingo se cumplieron los 35 años de que Su Majestad el Rey Juan Carlos I inaugurara oficialmente la planta de Figueruelas, insitió en que el futuro “nadie lo va a construir por nosotros”. “En la negociación de este convenio hay algo que no debemos perder de vista y es la obligatoriedad de volver a la rentabilidad”.

Preguntado por los primeros pasos que habrá que dar, insistió en que “la rentabilidad es la única protección de nuestros empleos y la única garantía de futuro”. En plena negociación del XIV convenio colectivo de la planta, dijo que la “esta negociación no puede ser ajena a lo que está ocurriendo y es cosa de todos” luchar por esa competitividad que reclama el grupo PSA. “No ha sido gratis llegar hasta aquí”, indicó, dando las gracias a los trabajadores, pero les animó a salir de !una zona de confort”. “Hemos hecho mucho, pero no lo suficiente”, subrayó.

“Lo que hagamos en esa negociación marcará el futuro de mucha gente. Lo que hicimos hace cuatro años trajo modelos y empleo”. Y ahora, adelantó, “lo vamos a volver a conseguir”. Y terminó con un proverbio chino que dice que “cuando el viento del cambio sopla, algunos construyen muros y otros construyen molinos de viento”. Por último, se refirió a la necesidad de trabajar conjuntamente con PSA Vigo, la planta hermana, para mejorar las ratios de competitividad y salir hacia adelante.

Sí, reconoció Cobo que el plan de los cien días que el Grupo PSA y Opel presentarán este jueves, introduce un plan para racionalizar las plantas y simplificar su estructura industrial, es decir, agrupar las arquitecturas de coches para sacarles el máximo partido y evitar cualquier tipo de despilfarro. El driector general de Opel España aseguró que no todo puede centrarse en la rebaja salarial o en la mayor flexibilidad pero, advirtió, que "tocaremos todos los puntos necesarios" para "ser rentables y no una carga"  para el grupo PSA. Y en cuanto a la red de proveedores, si la exigencia también será mayor para ellos, indicó que "desgraciadamente el mundo es el que es, la competencia es tremenda y todos debemos adaptarnos", pero invitó a pensar en la integración en PSA como nueva oportunidad para agrandar aquí la base de proveedores para un grupo francés mucho más grande y llamado a convertirse en el segundo mayor de Europa.

Por su parte la consejera de Economía del Gobierno aragonés, Marta Gastón, quiso manifestar su compromiso firme con una  fábrica, la de Opel, que cuando se implantó en Figueruelas hace 35 años, representó ya una  inversión de 4.600 millones y una cantera de empleo que ha conseguido dar trabajo a más de 5.000 trabajadores.