La nueva PSA, según Carlos Tavares

Ambicioso, con los cosas claras, está convencido de que puede conseguir en Opel el objetivo logrado en el grupo francés, que gane dinero. Para hacerlo no le temblará el pulso.

Carlos Tavares, presidente del grupo PSA (izquierda), posa con Michael Lohscheller, consejero delegado de Opel, en Fráncfort.
La nueva PSA, según Carlos Tavares
Arnet Dedert/DPA

Carlos Tavares (Lisboa, 1958) quería ser piloto de carreras pero tuvo que conformarse con ser un ingeniero de pruebas en Renault. En el grupo que en la actualidad conforman esa marca francesa y la japonesa Nissan trabajó 32 años, en los últimos como jefe de Operaciones de la firma gala, el número 2. De alguna manera se puede decir que fue discípulo del gran Carlos Ghosn, artífice de la vuelta a beneficios de Nissan, del que aprendió muchas de las cosas que está aplicando en su actual puesto de presidente del grupo PSA. Tavares reconoció en su día que se fue a la multinacional de las marcas Peugeot, Citroën y DS porque quería ser el gran jefe de una compañía fabricante de automóviles y el puesto en Renault-Nissan tenía dueño. En PSA ha conseguido lo que Ghosn en su antigua empresa, llevando a beneficios a un grupo que tuvo que ser rescatado hace cerca de cuatro años por el Gobierno francés y la firma china Dongfeng Motor. Y ahora tiene otro gran reto: lograr que Opel, recientemente adquirida por la multinacional francesa, abandone los números rojos después de 17 años. Para hacerlo se ha dado un plazo, 2020, y la forma de alcanzar su objetivo se irá conociendo en los próximos meses.

En el Salón de Fráncfort, Tavares demostró con hechos el pasado martes que ya está al frente de Opel. Participó en la presentación de los nuevos modelos de la marca del rayo, incluso como conductor de un Insignia GSi Sport Tourer, derrapando cual piloto de carreras con Michael Lohscheller, consejero delegado de Opel, como compañero, según pudo verse en un vídeo proyectado en el evento. Horas más tarde recibió en el propio ‘stand’ de la marca que desde agosto pasado ha dejado de pertenecer a General Motors a periodistas de varios países. Ahí fue franco y directo, insistiendo una y otra vez que todas sus acciones dependerán de premisas básicas como la eficiencia y la rentabilidad. Es decir, ganando dinero. "You have to make money", recalcó. "Si somos eficientes, seremos rentables; si somos rentables, seremos sostenibles, y si somos sostenibles nadie tiene que preocuparse por sus empleos", zanjó.

El gran jefe portugués de esta nueva PSA mantiene que serán los propios trabajadores de la marca del rayo los que consigan que la empresa vuelva a beneficios, aunque recuerda que él estará siempre ahí para lo que haga falta. "Son europeos y seres humanos como nosotros. Si en PSA lo conseguimos, ellos también lo harán", apuntó sonriente.

Tavares es un hombre seguro de sí mismo. La audacia que le impulsa a conducir a gran velocidad es la misma que demuestra cuando apuesta fuerte si cree que hay que hacerlo. Por eso compró Opel. Ambicioso, ágil y astuto en su diálogo con los periodistas, esgrime sus argumentos con una lógica que basa en el pragmatismo. Así asegura que consiguió darle la vuelta a las cuentas en PSA, donde lanzó el plan ‘Back to Race’ (vuelta a la carrera) para salir de números rojos y ahora está con el ‘Push to Pass’ (empujar para avanzar) para afianzar sus buenos resultados.

"Hace cuatro años, cuando vine a PSA, pasé mucho tiempo con la gente de la empresa como estoy haciendo ahora con Opel", rememora. Y siempre los sindicatos me decían las mismas cosas: ‘señor Tavares, por favor, queremos la producción de tal modelo para garantizar la continuidad de nuestros empleos’. Era una petición razonable y al mismo tiempo era extraño, porque hace cuatro años la situación económica en Europa no estaba tan bien como ahora". Y añade: "Hoy estamos trabajando sábados por la mañana, viernes por la noche, el 14 de julio... Estamos trabajando en todos los momentos posibles. Y ahora los sindicatos me dicen: ‘señor presidente, la presión es mucha, las condiciones laborales no son como deberían, bla, bla, bla’. Eso es cuatro años después, la misma gente, las mismas plantas".

Tras constatar, con datos y después de visitar las fábricas de Zaragoza y Rüsselsheim, que las plantas de PSA "son más productivas y eficientes" que las de Opel, confía en aplicar la misma receta en su nueva filial alemana. No dice nada concreto de una u otra factoría porque "eso corresponde al CEO de Opel" (Lohscheller), quien se está encargando -dijo- de elaborar el plan de viabilidad de la compañía que debe estar listo en noviembre. Un plan que, evidentemente, él supervisará, y en el que habrá acciones de todo tipo, seguramente algunas impopulares.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión