Los fruticultores aragoneses y catalanes retoman sus movilizaciones. Después de que se aplazara la concentración prevista para ayer en la autovía A-2 debido a los brutales atentados terroristas en Barcelona y Cambrils, las organizaciones convocantes –UAGA, Asaja, cooperativas y organizaciones de productores del Bajo Cinca, la Plataforma en Defensa de la Fruta Dulce, la Unió de Pagesos y ahora también Afrucat (asociación empresarial de fruta de Cataluña?) y Excofrut (asociación profesional de frutas y hortalizas de Huesca)– han decidido volver a la carretera el próximo viernes 25 de agosto.

Desde las 9.00, tal y como estaba previsto, los productores de este sector –con especial presencia de agricultores del Bajo Cinca (Huesca) y Segriá (Lérida)– se concentrarán, con tractores y vehículos, en la rotonda de entrada/salida de la autopista a la localidad leridana de Soses. Lo decidieron ayer en una reunión mantenida por sus representantes en Fraga (Huesca), en la que también se decidió extender la protesta y llevarla hasta Madrid. Así, y si antes no se han atendido sus demandas, los fruticultores de Aragón y Cataluña viajaran a la capital española el próximo 6 de septiembre para unir su voz ante la sede del Ministerio de Agricultura, del que denuncian "la pasividad en aplicar medidas que ayuden a mejorar la situación de deterioro completo y generalizado que vive el mercado".

Con sus protestas, los agricultores volverán a exigir un nuevo cupo de retirada –40.000 toneladas, mitad para Aragón y mitad para Cataluña– para melocotón y nectarina, y que esta se efectúa "con la mayor urgencia", ya que todavía queda sin recoger "una parte importante" de la cosecha de fruta.

No es la única reivindicación del sector, que exige además que se intensifiquen las actuaciones para evitar la posible especulación en la cadena alimentaria. Y para ello, piden un aumento de los controles de la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA) y de las comunidades autónomas, así como, la inspección y control de la calidad y el etiquetado en los puntos de venta.

Reducción de las cuotas a la Seguridad Social, etc., reestructuración de explotaciones y empresas en crisis y de préstamos contraídos, así como la eliminación de los módulos para la fruta dulce en el cálculo de la renta de 2017 "ante la ausencia generalizada de beneficios", son otras de las actuaciones que el sector exige para paliar los graves problemas económicos que está provocando la crisis de precios.

Explotaciones profesionales

Las organizaciones convocantes de la protesta reconocen que no es la primera campaña en la que tienen que soportar unas cotizaciones a la baja. Así viene sucediendo desde que Rusia decidió vetar las producciones procedentes de la UE, una decisión con la que los productores de fruta de los países del sur europeo tuvieron que asumir la pérdida de un importante consumidor que provocó la saturación del mercado interior. Por eso, los productores son conscientes de que ya no se trata de una situación coyuntural, que "exige análisis en profundidad de la realidad productiva del sector de la fruta, por zonas, variedades y calendarios, imprescindible para poder valorar actuaciones como el apoyo al abandono de la capacidad productiva o en determinados tramos de campaña".

Y es que entre las organizaciones agrarias ya se escuchan voces que plantean la posibilidad de reducir la oferta con la puesta en marcha de un plan de arranque y abandono, similar al que se pueso en marcha en 1992, y dotado, eso sí, de las necesarias indemnizaciones.

Con el nuevo calendario de movilizaciones, las organizaciones convocantes advirtieron ayer que su defensa del sector no se termina con estas protestas, porque, recordaron, "la fruta dulce es crucial para el mantenimiento de la población en comarcas productoras y juega un papel fundamental para la conservación del paisaje y la sostenibilidad ambiental".