Las lluvias dan un ligero respiro al almendro, el viñedo y el olivar en el secano aragonés

Las precipitaciones ya no podrán reparar los daños que ha causado la sequía en los cultivos de cereal de invierno, cuya cosecha está prácticamente terminada.

Las fuertes precipitaciones caídas la noche del pasado domingo en Aragón llegaron también cargadas de granizo que provocaron el rajado de la uva en algunas explotaciones de Muel (Zaragoza).
Las fuertes precipitaciones caídas la noche del pasado domingo en Aragón llegaron también cargadas de granizo que provocaron el rajado de la uva en algunas explotaciones de Muel (Zaragoza).
UAGA

Las fuertes lluvias que descargaron en Aragón la tarde y noche del domingo y ayer por la mañana no han servido para compensar los graves daños que la sequía ha ocasionado en la cosecha de cereal de invierno, que se prevé por debajo de la media de los últimos 15 años y un 36% inferior a la de la campaña anterior. Pero, como aseguraron ayer las organizaciones agrarias, "bienvenidas sean" porque, al menos, las precipitaciones dan un ligero respiro a los cultivos leñosos (almendro, viñedo y olivar) del secano aragonés. La falta de agua comenzaba ya a hacer mella en unas producciones que han tenido que soportar temperaturas inusuales en el mes de junio y que todavía tienen por delante un largo y previsiblemente calurosos verano.

"Con estas calores, el fruto se hubiera quedado demasiado seco y no hubiera madurado bien, por lo que estas lluvias han sido un cierto alivio", señaló ayer el secretario general de UAGA, José Manuel Penella, que explicó que algunas de las precipitaciones llegaron, en puntos aislados, acompañados de granizo provocando el rajado del fruto en algunos viñedos o leves pérdidas en explotaciones de hortalizas.

"Temíamos que con este calor la vendimia llegará muy adelantada porque precipitaría la maduración, pero este agua permitirá alargar un poco el ciclo", señaló el secretario general de UPA-Aragón, José Manuel Roche, que insistió además en que las tormentas podrían aliviar la situación de los embalses e incluso contribuye a mejorar el tempero para poder realizar con mayor garantía la próxima siembra.

Y ambos coincidieron en que el cereal de invierno ya no podrá beneficiarse de las precipitaciones. "Lo que estaba perdido, perdido está, y lo que podía recogerse ya está prácticamente cosechado", señalaron los representantes sindicales. Un argumento que también utilizó el presidente de Asaja Huesca, Fernando Luna, que lamentó además que las fuertes lluvias están complicando la recta final de la cosecha de cereal en las zonas más tardías. Porque, según destacó Luna, los campos están impracticables y no han podido entrar las cosechadoras, con lo que se va a producir "un solapamiento de la mecanización". También resultará más difícil "comenzar en tiempo las siembras de segunda cosecha de girasol y maíz", insistió el representante de Asaja.

Pero, lo que no han conseguido las lluvias es reducir la incertidumbre que viven los agricultores ni minimizar las pérdidas que ya ha ocasionado la falta de lluvias y que las previsiones sindicales cifran en más de 100 millones de euros.

Decreto de sequía

Por eso, los representantes sindicales volvieron ayer a insistir en la importancia de que el Ministerio reconsidere el decreto de sequía que incluye las cuencas del Júcar, del Segura y del Duero, pero deja fuera la del Ebro.

Todas las organizaciones aragonesas, a través de sus federaciones nacionales, ya han mostrado su malestar por la decisión de la ministra Isabel García Tejerina, a la que han reprochan que "mientras la margen derecha del Ebro padece una sequía atroz, la cuenca del Segura, según datos del propio Ministerio, es la cuenca que más precipitaciones ha registrado, pero el PP beneficia a la cuenca mediterránea y castiga a Aragón", criticó Penella.

"Las medidas que incluye dicho decreto son flojas, pero aliviarían un poco", destacó Luna, que reconoció que "es una cacicada" que la margen derecha del Ebro y el eje central se haya quedado fuera.

Desde UPA también han comenzado a tomar medidas, explicó Roche, para que el Ministerio amplíe el decreto y tenga en cuenta la petición de los productores de la cuenca del Ebro. "Las ayudas se centran sobre todo en la condonación del canon que pagan los regantes, pero esa medida sería muy importante en Aragón donde existen miles de hectáreas incluidas en numerosos sistemas de riego".

Por eso, todos ellos pedirán explicaciones de esta situación a la Confederación Hidrográfica en la reunión de la Mesa de Producciones Agrarias prevista para el próximo jueves, 29 de junio.

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