Recordaba ayer Manuel Teruel, presidente de la Feria de Zaragoza que la institución encaraba el pasado año la celebración de su 75 aniversario con la firme convicción de que se produciría entonces un punto de inflexión que devolvería a este organismo el esplendor pasado. Y las cifras le han dado la razón. En 2016 el balance de la Feria de Zaragoza volvió a los números negros, dejando atrás los años de pérdidas que obligaron a partir de 2014 a realizar una ajustes en su estructura y su plantilla –ahora con 53 empleados–, que incluyó cambios en la dirección general y el aumento de la participación del Gobierno de Aragón en su accionariado, para hacer una Feria "más dinámica, más internacional y menos dependiente de la economía nacional", explicó ayer Teruel, que ofreció las cifras durante la presentación de la próxima edición de la Feria Internacional de Producción Ganadera.

Así, la institución ferial cerró el pasado año con un beneficio de 2,5 millones de euros, tras alcanzar una facturación de 11,8 millones de euros, un 26% más que en el ejercicio anterior. "Estamos contentos y preparados para acometer el futuro, preparados para los próximos 75 años", insistió Teruel, visiblemente satisfecho con la recuperación de las cifras. Unos resultados que han sido posibles porque "a pesar del importante impacto que la crisis ha tenido en todas las instituciones feriales, en Zaragoza hemos podido permanecer por el esfuerzo de todo el equipo y el prestigio de nuestras marcas", reiteró.

Modernización

Este balance permitirá ahora a la Feria de Zaragoza acometer un plan de inversiones que se llevará a cabo durante los próximos tres años, en los que se realizará la remodelación del 100% de las cubiertas, su impermeabilización y su actualización. "Durante este año se acometerá la modernización de un tercio de las mismas, el resto se completará en 2018 y 2019", explicó Teruel. Y detalló que además será durante este ejercicio cuando se realice también la adecuación (sobre todo en lo que a señalítica y accesos se refiere) de los pabellones 1, 2, 3, 4 y 5, así como la mejora de los accesos en las entradas norte y sur.

Estos trabajos supondrán en el primer año del plan de inversión un desembolso de más de un millón de euros. Durante los ejercicios posteriores no está cuantificada la cifra. "Iremos valorando año a año porque queremos invertir parte del ‘cash-flow’ que generemos", destacó Teruel, que quiso dejar claro que Feria de Zaragoza se autofinancia, "no tiene ayudas".

Ampliación en "stand by"

Lo que no está previsto de momento es acometer la ampliación del recinto ferial, un ambicioso proyecto anunciado en 2008, que incluía un nuevo palacio de congresos o el cubrimiento de la plaza central, y que estaba previsto que comenzará a ejecutarse en 2011 para poder ser estrenado coincidiendo con el 75 aniversario. Una ampliación que iba a realizarse en dos fases y que estaba cuantificada en 20 millones de euros.

"Está en ‘stand by’, paralizada, primero porque no lo permite el momento", señaló su presidente, que recordó que otras de las razones es que las necesidades también han cambiado. "Ahora, con las nuevas tecnologías, los expositores necesitan menos espacio", destacó Manuel Teruel