La mayoría del comité de empresa de General Motors España (representantes de UGT y CC. OO.) refrendó ayer la propuesta de calendario laboral 2017 que la dirección le presentó este lunes y que pasa por cerrar la fábrica una semana (del 27 de marzo al 4 de abril incluidos) para prepararla de cara al lanzamiento del Crossland X, el nuevo modelo cuya imagen hizo pública ayer la compañía. Junto a estos días de vacaciones colectivas, la dirección ha fijado 14 más desde el 31 de julio hasta el 18 de agosto, teniendo que trasladar para ello los dos festivos locales de Figueruelas (24 de agosto y 4 de diciembre) al 14 y 18 de agosto, lo que le permitirá aprovechar el paréntesis estival para la puesta a punto de las instalaciones con vistas a la segunda rampa de lanzamiento del año, la del sucesor del C3 Picasso, que empezará a fabricarse a final de ese mes.

De esta forma, con los tres días de vacaciones colectivas de enero ya disfrutados y cinco que quedan pendientes, pero que previsiblemente Opel fije como jornada industrial para recuperar la abultada bolsa de horas que acumula la plantilla –25 días de máximo en personal de producción–, quedaría cerrado el calendario 2017 para Figueruelas.

La presidenta del comité de empresa, Sara Martín, de UGT, explicó que "este calendario se ha votado y ratificado por la mayoría porque la empresa ha atendido la petición de la parte social de respetar las tres semanas de vacaciones en agosto". En cuanto a si algunos de esos cinco días que quedan podrían ser de vacaciones en Navidad, Martín dijo que "todavía no se puede contestar a eso porque dependerá de la demanda que tengan los nuevos modelos", aunque advirtió que 2017 "va a ser un año de mucho trabajo".

Un calendario, bendecido por la mayoría del comité, pero cuestionado por los otros tres sindicatos que lo integran –OSTA, CGT y Acumagme– al entender que "cubre las necesidades de la empresa, pero no las de los trabajadores al fijar vacaciones en marzo cuando ni siquiera es fiesta escolar y no en diciembre, cuando sí lo es". En este sentido, los tres sindicatos recordaron que ya a finales de octubre de 2016 plantearon una propuesta alternativa que pasaba por "aceptar los tres días de enero, siempre y cuando se fijaran las tres semanas de vacaciones de verano y la última semana de diciembre, quedándole 6 días de vacaciones sin fijar, para las necesidades no concretadas de marzo". Además, CGT mencionó la denuncia presentada a la Inspección de Trabajo porque según el artículo 38 del convenio colectivo "no se pueden establecer turnos al alza mientras exista un ERE de suspensión, como el que está en vigor hasta el 30 de abril de 2017", en referencia los dos sábados productivos, ya fijados el 21 y 28 de enero, y a los que se sumarán bastante en el año en curso, hasta 14 por empleado de máximo.