Por fin ha llegado la inflación

El índice de precios al consumo cerró el pasado mes con signo positivo, un alivio para la economía española que después de mucho tiempo comienza a ver cómo se aleja el fantasma de la deflación.

El aumento de la inflación
Por fin ha llegado la inflación
Isidro Gil

Después de muchos meses en negativo, el mes de octubre ha cerrado con la inflación en positivo. El estallido de la burbuja inmobiliaria unido al desplome del precio del petróleo supuso una corrección en la tendencia inflacionista de nuestro país. Hace unos días la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) anunció que la inflación registraría una tasa media del 1,5% en 2017 y que ello no lastraría nuestra competitividad respecto a los demás países de la zona del euro, hasta bien entrado 2018.


Esta institución revisó a mediados de octubre sus previsiones de inflación para adaptarlas a la subida del precio del petróleo. Las nuevas previsiones sitúan la tasa interanual de diciembre en el 1% y la tasa media anual en el -0,3%, mientras que el próximo año la tasa interanual a finales de diciembre se mantendrá en el 1% y la tasa media anual escalará hasta el 1,5%.


Estos datos suponen un alivio para la economía española que durante mucho tiempo ha estado amenazada por el fantasma de la deflación. El índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) cerró octubre en el 0,5%, el mismo que el conjunto de la zona del euro. Hay que recordar que desde septiembre 2013 este índice ha estado por debajo del de nuestros socios europeos.


¿Por qué es bueno un poco de inflación para nuestra economía? Porque actúa como catalizador de la demanda interna –tal y como recoge el dato del 3,6% de crecimiento anual de las ventas minoristas en los nueve primeros meses del año y los indicadores adelantados de la campaña navideña de 2016– y no presiona los precios por el lado de la oferta, dado que la capacidad productiva todavía se mantiene por debajo del potencial.


A día de hoy, niveles moderados de inflación que se muevan en un rango del 1%-2% no suponen una amenaza para la competitividad de nuestro tejido productivo. La balanza por cuenta corriente que mide los ingresos y los pagos al exterior por intercambio de bienes, servicios, rentas y transferencias dan margen para ello. El último dato publicado por el Banco de España correspondiente al mes de agosto registró un superávit de 12.600 millones de euros, justo el doble que los 6.300 millones registrados en el mismo período de 2015. Esto se explica por un superávit de 24.400 millones de euros en la balanza de bienes y servicios (19.300 millones en el mismo periodo de 2015) y un déficit de 11.800 millones en la balanza de rentas primaria y secundaria (13.000 millones en el mismo periodo de 2015).Pequeñas subidas de tipos

Otra prueba real de la competitividad de nuestra economía es el número de turistas que nos visitan. En los nueve primeros meses del año hemos recibido 60,3 millones de turistas, un 10,1% más que en el mismo periodo del año pasado, siendo el Reino Unido con más de 14,4 millones de visitantes (13%) y un tipo de cambio de su divisa muy depreciado frente al euro, el principal mercado emisor. Si no peligra la competitividad, una inflación moderada engorda un poco el crecimiento económico nominal y abre el camino a pequeñas subidas de los tipos de interés. El PIB acumula 12 trimestres seguidos de crecimiento y las últimas cifras publicadas esta semana por el INE revelan que la renta nacional disponible cerró 2015 en 873.766 millones de euros, un 2,5% inferior a los 896.295 millones de euros alcanzados en 2008. Estos mismos datos sitúan la renta per cápita de los españoles en 18.828 euros un 3,4% por debajo de los 19.492 euros, máximo histórico de 2008. Si damos por bueno el dato de inflación interanual previsto para el próximo mes de diciembre (1%), el PIB per cápita nominal (PIB per cápita real + inflación) podría igualar el de 2008 en este mismo ejercicio. Dejando claro que en 2007 el PIB per cápita en España era el 103% del de la UE y hoy es del 91%. Esto significa que la economía española,con dos millones menos de puestos de trabajo, ha generado a precios constantes el mismo PIB que teníamos en 2007. De esta manera queda reflejado el aumento de productividad de nuestra economía en los últimos años. Resumiendo, cerrar 2017 con una inflación media anual del 1,5% nos permitirá digerir con más facilidad las previsiones de moderación económica previstas para el año próximo. Cerraremos 2016 con un PIB cercano al 3,2% y una inflación media del -0,3%. Las previsiones para 2017 son del 2,3% con un inflación media del 1,5%, esto quiere decir que nuestro crecimiento económico, a precios de mercado, superará al de este año y lo disfrutaremos con algo más de renta disponible.

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