Valeriano Gómez: “Hacen falta 2,2 millones de afiliados más para asegurar las pensiones”

El exministro de Trabajo aconseja poner en marcha ya una fórmula de financiación adicional antes de que se agote el Fondo de Reserva de la Seguridad Social.

Valeriano Gómez, exministro de Trabajo en el Gobierno de Rodríguez Zapatero, participó el pasado jueves en la Cámara de Zaragoza en el ciclo 'Visiones económicas a debate', organizado por la Fundación Basilio Paraíso e Ibercaja.
Valeriano Gómez, exministro de Trabajo en el Gobierno de Rodríguez Zapatero, participó el pasado jueves en la Cámara de Zaragoza en el ciclo 'Visiones económicas a debate', organizado por la Fundación Basilio Paraíso e Ibercaja.
Raquel Labodía

¿Se puede hablar de recuperación en España siendo el segundo país de la UE con más paro?


No. Parece obvio que no. Aún estamos muy lejos del empleo destruido y por debajo del que existía al final del año 2011 cuando empezó el actual Gobierno en funciones a ejercer su responsabilidad. Queda mucho por hacer. Los contratos que se crean están caracterizados por un fuerte componente temporal, lo que explica a su vez que el país no haya recuperado su equilibrio en el sistema de pensiones. Hacen falta todavía 2.200.000 afiliados más a la Seguridad Social para asegurar nuestro sistema de pensiones y considerar que España ha salido de la crisis.



Pero, ¿peligran las pensiones?


A lo que estamos asistiendo es al deterioro progresivo del equilibrio financiero del sistema de pensiones. Ese equilibrio, hoy por hoy, está muy lejos de alcanzarse. Como le he dicho, harían falta 2,2 millones de afiliados más a la Seguridad Social en este momento para restablecer el equilibrio. El último año faltaron 17.000 millones para compensar ingresos y gastos en el sistema de pensiones, una cuantía que solo se podría restablecer introduciendo 2.200.000 nuevos afiliados en el sistema. Mientras tanto, lo que ha hecho el Gobierno en funciones ha sido gastar el Fondo de Reservas y así, no ha tenido que subir las cotizaciones sociales o buscar nuevos ingresos para poder equilibrar el modelo español de pensiones, pero cuando esto ocurra y se acabe el fondo de reserva –y al paso que vamos se acabará en 2018–, entonces, verá que ya debería de haber puesto en marcha una fórmula de financiación complementaria de pensiones.


¿Cuál sería esa fórmula?


La solución no está en seguir recortando más las pensiones sino en incrementar los ingresos del sistema. Y que la fuente no sean las cotizaciones sociales de empresarios y trabajadores sino el conjunto de rentas y dentro de ellas, aquellas con cuantía más alta, es decir, que paguen más recargos para financiar el sistema de pensiones las rentas más altas.


¿A partir de cuánto habría que establecer esa contribución?


Lo que digo es que aunque se está recuperando el empleo, es de tan poca calidad y con tan bajos salarios que no rinde apenas ingresos nuevos al sistema de la Seguridad Social y, por tanto, necesitamos una fuente alternativa de ingresos. Lo mejor sería hacer una contribución como en Francia. Allí la llaman contribución social generalizada, en virtud de la cual pagan más los que más renta tienen, ya sean personas o sociedades.


Insisto, ¿con qué nivel de renta habría que establecerla?


En Francia lo tienen marcado a partir del entorno de 50.000 euros, pero insisto en que esto no es lo importante sino decir cuándo vamos a poner en marcha esa fórmula de financiación complementaria de pensiones. En la medida en que se cree más empleo hará falta una menor cuantía, pero el empleo que se está generando es muy malo. Por eso, no hay que esperar a que se agote el fondo de reserva de la Seguridad Social sino empezar cuanto antes para ingresar esos 17.000 millones que necesitamos para reequilibrar el sistema.


¿Sería partidario de elevar aún más la edad de jubilación?


En la reforma de 2011 ya se planteó una elevación progresiva. Pienso que ahora lo que necesitamos es algo que ya estaba contemplado en esa reforma de 2011 y es una fuente de financiación complementaria. Entonces, pensábamos que la situación del empleo iba a ser mejor pero durante 2012 y 2013 se perdió mucho empleo en España, otro millón de puestos de trabajo adicional, y aunque se esté recuperando algo, los nuevos empleos son de mucho menor salario y generan menos ingresos que los que se han perdido. Por eso el equilibrio se aleja y nos hacen falta 2,2 millones de afiliados más para equilibrar ingresos y gastos.


Además de ingresar más, ¿no habría que gastar menos por parte de la Administración?


España es el país de Europa que menos empleo público tiene, menos jueces, menos inspectores de Hacienda o de Trabajo, etc.

Por ejemplo, es de los que menos gasta en mantener el sistema público de empleo, que ocupa a 11.000 personas, pese a ser el segundo país en volumen de paro de la UE. Alemania, por ejemplo, tiene diez veces más funcionarios. Entonces, en España, que va a tener que gastar 35.000 millones más en el futuro en pensiones y 15.000 millones en dependencia, porque es un país que envejece, parece poco serio pensar que la solución sea la supresión de las diputaciones provinciales que ahorrarían en torno a 300 millones.


¿Pero un mucho no se hace con la suma de bastantes pocos?


Siempre es posible gastar de forma más eficiente, pero no veo soluciones reales en este aspecto.


¿Qué le pediría al nuevo gobierno que salga de las urnas?


Que buscase el consenso en el ámbito laboral y en materia de pensiones. Las dos reformas que ha hecho este Gobierno han tenido un rechazo muy profundo y quizá debería ser consciente de que las reformas que no son consensuadas suelen durar menos. Es importante restablecer ese clima de diálogo.

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