La inflación ralentiza cuatro décimas su caída y se sitúa en el -0,3%

El alza de la luz y la estabilidad en los carburantes, frente al abaratamiento de 2014, moderan el descenso del IPC.

La inflación siguió en noviembre con su lenta pero gradual remontada. Una tendencia en la que el Gobierno confía para acabar el año en cifras positivas. De momento, los precios subieron cuatro décimas y se situaron en el -0,3% frente al -0,7% de octubre. Un avance consecuencia del alza de los precios de la electricidad y de la estabilidad en el coste de los carburantes en comparación al descenso de la gasolina y el gasoil producido en el mismo periodo del año anterior, según el dato adelantado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).


Sin embargo, esta ralentización de la caída de los precios no impidió que la tasa del IPC sume ya cuatro meses consecutivos en negativo. De hecho, solo en tres ocasiones durante el último año y medio (desde junio de 2014) la inflación ha sido positiva.


El punto más agudo de ese descenso se produjo en enero de 2015 cuando los precios cayeron hasta el -1,3%. Desde entonces las tasas se moderaron e incluso volvieron a terreno positivo en junio y julio (0,1% en ambos). Un espejismo. Enseguida los índices retornaron a unos valores negativos que todavía no ha abandonado. En cualquier caso, el avance de cuatro décimas de noviembre supone la mayor subida desde mayo de este año.


De repetirse algo similar en diciembre la tasa superaría la berrera del cero. Asimismo, la variación anual de noviembre del indicador adelantado del IPC armonizado –homogéneo en toda la UE– se situó en el -0,4%. Si este dato se confirma, la tasa anual del IPCA (índice de precios al consumo armonizado) aumentaría cinco décimas respecto al mes anterior.Optimismo del Gobierno

La inflación registrada en noviembre va en la línea de lo esperado por el Gobierno, cuya previsión es que los precios acaben en cero o incluso con unas décimas en positivo en diciembre. Sin embargo, la tasa media anual será negativa por segundo año consecutivo.


A pesar de esta circunstancia, el Ejecutivo ha insistido en varias ocasiones en que no hay riesgo de deflación en España. En su opinión, la caída de los precios obedece sobre todo al abaratamiento del petróleo y no a un descenso generalizado del coste de todos los productos.


Asimismo, desde el Ministerio de Economía reiteran que la inflación negativa es beneficiosa para los trabajadores y pensionistas porque ganan poder adquisitivo.


También ayuda a las compañías españolas a ganar competitividad frente a los socios del euro.


Sin embargo, los sindicatos insisten en que las tasas negativas ponen en evidencia la debilidad de la recuperación económica. Por ello piden el fin de la moderación salarial como fórmula para impulsar más el consumo. Y es que, desde UGT y Comiciones Obreras piden que los sueldos suban en línea con el crecimiento económico, que este año será superior a un 3%.


El acuerdo entre sindicatos y patronal es que en 2015 las retribuciones se incrementen hasta un 1%, pero de momento las subidas salariales para trabajadores en convenio ha sido de media del 0,7%.


Por su parte, el presidente de la Federación de Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, aseguró este viernes mediante un comunicado que la baja inflación beneficia a los autónomos al no encarecer sus compras ni los gastos de producción y distribución.


Por su parte, el secretario general de la asociación de autónomas UPTA, Sebastián Reyna, se mostró más crítico e insistió en que si se confirma el dato adelantado será la demostración de la débil recuperación del consumo interno. En este sentido, recordó que los precios llevan varios meses en negativo como consecuencia de la todavía lento nivel de actividad.

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