España quiere identificar su moda, y con ella el talento, la creatividad, el buen hacer y la generación de empleo y riqueza que hay detrás de una industria que genera más de 120.00 empleos. Y quiere además que los consumidores la reconozcan e identifiquen su calidad.

Por eso, tras hacer frente a dos crisis (la suya y la de la economía española) y cuando comienza a notarse una "ligera recuperación del consumo", el textil español se presenta en los mercados con una nueva tarjeta de identidad. Un vistoso etiquetado, desarrollado por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre e impulsado por Moda España, con el que se pretende "poner en valor las producciones españoles y que estas sean fácilmente identificables por los consumidores, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras".

Lo explicó ayer el presidente de la Federación Española de Empresas de la Confección (Fedecon), Ángel Asensio, ante el nutrido grupo de empresarios del textil que asistieron ayer a una nueva sesión del ciclo ‘Entre Costuras’ organizado por la Federación de Industrias Textiles y de la Confección de Aragón (Fitca).

Dos sílabas, ‘Mђ, identificará el origen (español, por supuesto) de las prendas, que lucirán sobre un fondo negro cuando se trate de productos que se fabrican íntegramente en territorio nacional, o en color amarillo cuando las prendas se han diseñado en el país, pero parte de su producción se realiza en el exterior. Para participar en el programa solo hay que solicitar su adhesión al mismo, como han hecho ya algunas firmas aragonesas, y demostrar que se cumplen los requisitos de calidad y origen exigidos.

"Hay un cambio de tendencia", señaló Asensio, que recordó que la industria textil comienza a relocalizarse, después de la ‘huida’ de la fabricación hacia países con mano de obra barata. "Todavía hay mucha producción fuera, pero ha vuelto a casa el 15% ha retornado", señaló el presidente de Fedecon, que aseguró que "la gente (empresarios y consumidores) comienza a concienciarse de que tenemos que defender nuestro empleo y nuestra industria".Éxito en el exterior

Esta marca quiere además abrir puertas en el mercado exterior, con el mismo éxito que han cosechado empresas aragonesas como Saga Ibáñez, que exporta el 33% de su producción, principalmente a Japón, pero también a China, Taiwán, Hong Kong, Europa y puntualmente a Estados Unidos. "La exportación es costosa y exigente, pero es muy gratificante", explicó su responsable Juan Antonio Ibáñez, que compartió su experiencia en la charla organizada por Fitca.