El CESA constata que los "buenos datos" económicos se trasladan ya a la vida de las familias

El informe que anualmente elabora el Consejo Económico y Social de Aragón (CESA) sobre la realidad de la comunidad, en este caso correspondiente a 2014, demuestra que la "bondad" de los datos macroeconómicos ya se está empezando a trasladar a la realidad y a la calidad de vida de las familias.

La presidenta del CESA, Natividad Blasco, ha presentado el informe hoy en una rueda de prensa en la que ha asegurado que los datos recogidos en él demuestran que los síntomas de la recuperación económica son cada vez más evidentes, a pesar de que aún hay "cosas negativas" que se arrastran de los años de la crisis.

En este sentido, y como dato resumen, ha apuntado que el crecimiento del Producto Interior Bruto de Aragón en 2014 fue del 1,7 por ciento, frente al 1,4 de la media de España, el 0,9 de la Unión Europea o incluso el 1,6 de Alemania.

Para Blasco, lo realmente importante de este indicador es que Aragón ya ha enlazado seis trimestres seguidos de crecimiento, por lo que se puede decir que éste se ha consolidado.

Y lo ha hecho fundamentalmente gracias al sector industrial, que ha crecido un 4 por ciento, y las exportaciones, que se han incrementado en un 8 por ciento.

El consumo interno, las inversiones, la bajada de los precios y la depreciación del euro han contribuido al buen comportamiento de la industria y ha arrastrado al resto.

Además, 2014 es el primer año en el que se ha generado empleo neto en Aragón, concretamente 4.500 nuevos puestos de trabajo, el 90 por ciento de ellos en el sector industrial, el que crea empleo "a escala exponencial y de manera más clara", según Blasco.

Ha añadido que han disminuido levemente los hogares con problemas para llegar a fin de mes, que ha bajado el riesgo de exclusión social y que se han incrementado las personas que están en la franja de salarios medios.

Asimismo, se ha reducido en un 4 % el número de hogares con todos sus miembros en paro y en un 2 % los que tienen desempleados a la mitad de sus componentes, mientras que ha subido en un 2 % el número de hogares con todos sus miembros activos.

Todo ello lleva a pensar al CESA que las previsiones para este año y 2016 son buenas, en tanto en cuanto el crecimiento está consolidado, lo que supondrá que continúe la mejora de la calidad de vida de las familias aragonesas.

Pero hay alertas, ha precisado Blasco, relacionadas con el desempleo, que aún es elevado, sobre todo entre los jóvenes, y con la paralización de las inversiones en infraestructuras y equipamientos y en I+D+i, que se han visto "francamente recortadas" durante los seis o siete años de la crisis.

Por otro lado, se ha presentado un informe sobre la movilidad social de los aragoneses y sus vínculos con el desarrollo socioeconómico y la movilidad ocupacional.

El estudio concluye que el 62 % de los aragoneses ocupa empleos distintos a los que desempeñaron sus padres, con diferencias en el prestigio, los niveles de competencia o la remuneración, frente al 60,3 % de la media española.

Se destaca que la igualdad de oportunidades a la hora de acceder a un empleo y a una posición socioeconómica es mayor en Aragón, entre otras cosas porque la igualdad de oportunidades educativas también es mayor.

En la sociedad aragonesa, reza el informe, el mérito y el capital humano influyen en la actividad productiva y en el tejido social más que en el conjunto del Estado.

A pesar de ello, sigue existiendo una clara incidencia entre el nivel académico de la familia de origen y sus descendientes que condiciona el acceso al empleo: la tasa de paro de quienes tienen estudios primarios triplica casi la de quienes han finalizado estudios universitarios.

Los aragoneses, finalmente, califican con un 7,6 su calidad de vida, frente al 5,6 de la media española.