Poco y tarde. De esta manera valoran los sindicatos agrarios aragoneses las ayudas anunciadas por la Unión Europea para cubrir las pérdidas ocasionadas por el veto de Rusia y que ascienden a 125 millones de euros, a los que se suman unos 40 millones destinados al melocotón y la nectarina.

Sin embargo, el sector valora las pérdidas para toda Europa en al menos 5.200 millones de euros, por lo que “poco van a ayudar”, apunta José Fernado Luna, presidente de Asaja Huesca. Lo mismo opina José Manuel Penella, secretario general de UAGA. “Valoramos el avance de la puesta en marcha de las ayudas, pero es claramente insuficiente”, afirma.

Las medidas han sido anunciadas, pero los trabajadores frutícolas siguen sin saber cómo ni cuándo podrán acceder a ellas. “Entramos en la tercera semana de veto y una más no se puede esperar para iniciar los procedimientos”, reclama Penella.

No parece que vaya a ser así, según José Manuel Roche, secretario general de UPA Aragón. “No hay nada concretado y cada día es más crítico”, señala y reconoce que ve difícil que las medidas tomen forma antes del 5 de septiembre, cuando los ministros del ramo se reunirán en Bruselas para analizar la situación.

Para Roche “el Gobierno no se está tomando en serio la situación”, ya que no se habla de soluciones concretas, y asegura que los agricultores seguirán con las movilizaciones e incluso se plantean denunciar a la UE por “la dejadez” con la que está manejando la situación. Luna también critica la actuación de Europa. “Si los políticos europeos no están a la altura, que vayan pensando en dimitir”, señala.

El presidente de Asaja Huesca recuerda que “el drama está en el campo”, donde la fruta madura pende de las ramas de los árboles, esperando una cosecha que no llega. Roche da por perdida esta campaña, ya que “por mucho que se compense, es una mínima parte de lo que se cobraría”. La lentitud con la que se están desarrollando los acontecimientos supone, además, un perjuicio añadido para los agricultores. “No sabemos a qué atenernos”, indica Penella. Sin saber cómo se desarrollarán las medidas de la UE, se mantienen almacenados kilos y kilos de fruta que quizá terminen destruyéndose, según explica.

El origen de las ayudas es otro aspecto polémico. El dinero saldrá de los 425 millones de euros del fondo de reserva para situaciones de crisis de la PAC, aunque desde Asaja se exige “que se activen más fondos”, no solo los agrarios, puesto que es un problema político.