En junio de 2013 el abogado José Antonio Visús presentaba un proyecto de compra del Real Zaragoza por medio del aún desconocido sistema de ‘crowdfunding’. Pero no lo logró. En tan solo 20 días reunieron más de 1.700 aportaciones y 154.000 euros de los 2.000.000 que se marcaron como objetivo. Sin embargo este era tan solo el comienzo de un fenómeno que a día de hoy se encuentra en fase de despegue en Aragón. Actualmente son dos las empresas que se dedican al micromecenazgo o la financiación en masa a través de aportaciones individuales en la Comunidad Autónoma.

Jaime Borobia, Agustín Tafalla y Gonzalo de la Figuera decidieron crear Siamm, empresa pionera en el negocio del ‘crowdfunding’ en Aragón. En sus primeros seis meses de trayectoria han lanzado un total de 12 proyectos, el triple de lo que se generó en todo Aragón durante el 2012, y en la mitad de tiempo. Para Gonzalo de la Figuera una de las razones principales del crecimiento de este fenómeno es “la crisis económica que hace que la gente busque alternativas de financiación para sus proyectos”. “El ‘crowdfunding’ garantiza la independencia total del proyecto artístico y facilita la difusión”, añadía.

Se trata de un sistema relativamente nuevo que llegó a España hace 3 años y que poco a poco se va abriendo paso en nuestra sociedad. “Ahora de cada diez proyectos se lo tienes que explicar a cinco”, aseguraba de la Figuera. En Siamm cuentan con un 50% de éxito, “la media generalizada en el resto de España”, aseguraba. En la actualidad se encuentran inmersos en dos proyectos, la 'Ayuda a la reconstrucción de la Escuela de Malapascua en Filipinas' de Rafa Angulo, para el que pretenden recaudar 5.000 euros, y el proyecto teatral ‘Reinas’ cuyo objetivo son los 8.000 y que se estrenará del 4 al 9 de marzo en el Teatro Principal de Zaragoza.

De forma paralela ofrecen servicios de management y promoción en la que actualmente se encuentran dos de los proyectos que lograron financiación: Nacho Estevez y Hotel. Este último logró 2.965 euros en 40 días -de los 3.000 que solicitaba-, para la grabación de su último disco y del videoclip. Participaron 107 mecenas, "algunos seguidores del grupo y bastante gente que nos conoció a raíz de la campaña”, explicaba Jesús Pérez, cantante del grupo de rock. “Al principio nos daba un poco de miedo, era una gran responsabilidad, pero al final lo logramos. Fue una experiencia muy positiva”, recordaba el vocalista.

Somosamalgama nació también el pasado verano como iniciativa de dos jóvenes emprendedoras, Alba Escobar, de 23 años y Verónica Crespo de 22. Se lanzaron al mercado con la compra del Real Zaragoza y en los últimos 6 meses han acometido cuatro proyectos de los que han logrado dos. En la actualidad llevan la iniciativa de la Plataforma Solidaria del Actur y Parque Goya, de un grupo de vecinas “desempleadas y esperanzadas” por un trabajo digno y un Banco de Alimentos de Barcelona.

“Cada proyecto es un mundo”, aseguraba Escobar. “Ahora todavía es muy nuevo y al tratarse de un sistema totalmente online a la gente todavía le genera un poco de desconfianza”, explicaba la joven, aunque aseguraba que en el futuro confían en “ir creciendo y que la plataforma se afiance”.

Fuera de Aragón

La norteamericana Kickstarter es la empresa pionera en ‘crowdfunding’ a nivel mundial. En España existen alrededor de medio centenar de plataformas aunque “muchas inactivas o con escasa actividad” explicaba de la Figuera. En Barcelona se encuentra ubicada Verkani, una de las principales plataformas de España y la primera del país, fundada en 2010. Tan solo en 2012 consiguieron financiación para 592 proyectos, reuniendo más de 2.300.000 euros. Fuentes de la empresa aseguran que “en 2013 hemos experimentado un fuerte crecimiento, ya que hemos conseguido financiación para más de 950 proyectos y hemos doblado las cantidades recaudadas”.

La empresa catalana también ha desarrollado algunas iniciativas aragonesas. “Un total de 15 desde que empezamos”. Actualmente está gestionando 157 proyectos. El ‘crowdfunding’ se convierte en una alternativa sin fronteras físicas, como el propio Internet, y capaz de dar viabilidad a proyectos que de otra manera jamás verían la luz.