Ayudas al automóvil

Nueva inyección económica para el plan Pive

El Pive, o plan de incentivos al vehículo eficiente, se ha agotado mucho antes de lo previsto. Solo ha durado 59 días. Un dato que prueba, según los responsables de los concesionarios, su éxito para dinamizar un mercado que se situó en 2012 en cifras de hace veinte años por el número de matriculaciones. El sector celebraba esta semana la renovación de estas ayudas por 150 millones más que anunció el viernes Mariano Rajoy.

Lo tienen que prorrogar. Esa es la petición que hacían al Gobierno los responsables de la red de concesionarios aragoneses desde que se agotaron las ayudas el pasado 11 de enero. Poco han tenido que esperar: dos semanas para ver cumplidos sus deseos. Este mismo viernes, desde Santiago de Chile, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunciaba una segunda parte del Pive (plan de incentivos al vehículo eficiente) con una dotación presupuestaria de más del doble que la primera vez. Si para la primera parte del plan, que empezó a funcionar el pasado 16 de octubre, el Gobierno aportó 75 millones de euros, ahora pondrá 150 millones. Pero son muchos más los que recaudará.


Así lo constataba este pasado miércoles Mario Armero, vicepresidente ejecutivo de Anfac, al hacer balance del éxito que supuso la primera parte del Pive, que ha permitido al Ejecutivo recaudar cuatro veces lo aportado a la compra de vehículos. Es decir, con los 75 millones que han dado han recuperado 300 y, además, se ha frenado la caída alarmante en ventas que se arrastraba durante muchos meses.


"El Pive ha funcionado de maravilla. De no haber sido por este plan, 2012 se habría cerrado con 630.000 coches matriculados y eso es muy poco", manifestaba José Serón, responsable de automoción en Cámara de Zaragoza, que insistía en la necesidad de "alargar este plan de incentivos a la compra porque si no las perspectivas para 2013 serían muy oscuras". En esta ocasión, a pesar de que el ministro de Industria, José Manuel Soria, llegó a decir públicamente hasta en dos ocasiones, la última esta misma semana, que había voluntad de prorrogarlo, pero que estaban buscando recursos y entre tanto no podían darlo por sentado, el viernes, por fin, Rajoy lo confirmaba desde el extranjero haciendo respirar a todo el sector.


"Desde luego, si no fuera por el plan Pive no se en qué escenario nos habríamos encontrado", decía Máximo Bolea, jefe de ventas de Toyota en el Grupo Artal Automoción. "Evidentemente el Ministerio tendrá que seguir incentivando la compra de vehículos porque estamos en unos niveles de matriculación de hace 20 años, pero no con los márgenes de entonces", apuntaba a principios de semana, cuando todavía no se sabía que el Gobierno anunciaría la prórroga del Pive.


"Nos ha ayudado a todos a paliar la agonía y cerrar operaciones que se hubieran retrasado o no se habrían hecho", señalaba Emilio Sureda, gerente de Honda Ebromotor –marca que ha sido absorbida por el grupo de Andrés Nicolás, ubicado en la carretera de Logroño y que lleva también Mitsubishi y Subaru– que reclama que se siga estimulando la venta e incluso que se retiren algunos impuestos, ya que el "automóvil sufre una fiscalidad que no tiene sentido y menos en un sector del que vive tanta gente en este país".


Carlos Franco, jefe de ventas en Opel Iglesias, también aplaudía el éxito del Pive. "La ratio ha sido fantástica. De 155 unidades vendidas, 94 han sido a través de este plan; así que estaríamos encantadísimos de verlo prorrogado. Sé que otros sectores económicos necesitan ayudas, pero es que este plan es realmente una inversión para el Gobierno, que no solo recauda más sino que moderniza el parque automovilístico español, que es de los más viejos de la Unión Europa", añadía.


Asimismo José Luis Cavero, gerente de Vearsa, criticaba que "17,2 años es la media de edad de los vehículos retirados y que eso es una barbaridad; de ahí la necesidad del Pive porque ayuda a la renovación del parque". A su juicio, el "Pive se ha consumido en nada y algunas marcas están haciendo un enorme esfuerzo por mantenerlo porque sigue viniendo gente preguntando por las ayudas. Así que es una buenísima noticia la prórroga". De hecho, una de las marcas que distribuye, Dacia, que normalmente no ofrece descuentos, seguía poniendo los 1.000 euros del fabricante a expensas de ver qué pasaba con el Gobierno. "La expectativa general es que va a haber renovación del Pive por parte del Gobierno porque si no el sector sufrirá mucho", recordaba Alberto Pérez, responsable de Ventas de Ford en el Grupo Artal Automoción. "Ford ha reaccionado a este paréntesis, desde el 11 de enero hasta ahora, manteniendo el descuento y Toyota también", apostillaba.


"Esperábamos que la renovación fuera automática por parte del Gobierno", afirmaba Carlos Iribarren, propietario de Carza Peugeot. Aunque "lo ideal hubiera sido tener continuidad entre un plan y el siguiente", se mostró satisfecho por la decisión gubernamental de seguir estimulando la compra de vehículos. "Tenemos esperanza en que el Pive perdure en el tiempo. Todas las asociaciones del sector como Ganvam, Faconauto y Anfac están peleando para que así sea. Además, al Gobierno le sale a cuenta", aseguraba Alberto Sánchez, de Automóviles Sánchez.


"Llevábamos 28 meses de caída continuada y el plan Pive ha hecho mucho bien", constataba Vicente Colás, presidente de Asava (Asociación Aragonesa de Vendedores de Automóviles). "Gracias a estas ayudas hemos subido en ventas a particulares, algo que no ocurría desde hacía tiempo y el Gobierno también se ha visto beneficiado dado que cuanto más coches matriculemos, más dinero va a meter en las arcas del Estado". "Hay que dejar claro que estas ayudas del Gobierno no son a fondo perdido sino que recupera mucho más dinero del que aporta", insistía Antón Lacasa, gerente de Pirenauto y Aramovil, que explicaba que "el volumen de ventas que tenemos en España no es sostenible en el tiempo. Por eso, sin la prórroga del Pive lo pasaríamos francamente mal".


Y es que el Pive ayuda a todas las marcas. José Benedicto, de Goya Automoción que distribuye BMW, reconocía que en su marca había tenido poca incidencia, salvo en las serie 1 y 3, pero que igualmente les ha beneficiado. "Ha incentivado las ventas y eso, de por sí, ya es bastante", declaraba.


Enrique Martí, director de Marketing de Casa Ciudad de Automoción, opinaba que sobre todo para las marcas generalistas ha sido "muy positivo". También para Carlos López, comercial de Alfa Romeo, el Pive es el "mejor aliciente para la compra de coches".


"Ha dinamizado las ventas. Por eso no podemos perder este plan de ayudas", advertía Fernando Miguelez, de Zarauto Peugeot. "Lo hemos aprovechado mucho porque a diferencia de otras marcas nos entraban todos en la gama", comentaba Óscar Martínez de Rituerto, gerente de un concesionario de Volkswagen, convencido de que iban a renovar el Pive. Desde Ágreda, Juan Lacaba, director comercial de turismos, indicaba que con el Pive "salimos ganando todos". "Es primordial que mantengan las ayudas", recalcaba Juan Ángel Montañés, jefe de Ventas de Velconi, único concesionario ya de Fiat en la capital aragonesa porque Aranzauto cerró a finales de septiembre.


Y es que, como el volumen de ventas no aumente, la red de concesionarios seguirá sobredimensionada, advierten los responsables de la distribución, que no saben cuánto tiempo más van a poder aguantar. Algunos concesionarios como Garaje Costa, Comercial Cartié o Aranzauto han tenido que echar la persiana y lo que no se sabe es a cuántos más les tocará. Muchos analistas dicen que de seguir así el 30% de la red puede desaparecer. Las estructuras instaladas son enormes para lo que se vende. Por eso, son vitales las ayudas a través del Pive para frenar la reestructuración y mantener el empleo.