Sus efectos se notarán a finales de año

Patronal y sindicatos ven escasos avances en el Acuerdo Social para el Empleo

El presidente de Cepyme, Aurelio López de Hita, ha subrayado que le preocupa "la falta de sintonía que hay entre la realidad y las ensoñaciones de la política".

Los representantes de las organizaciones empresariales y sindicales han mostrado este jueves su preocupación por los escasos avances del Acuerdo Social para la Competitividad y el Empleo 2012-2015 firmado con el Gobierno de Aragón, que calcula que los efectos de las acciones comenzarán a verse a finales de año.


En declaraciones a los medios antes de la primera reunión de seguimiento del acuerdo, firmado en marzo de 2012, el consejero de Economía, Francisco Bono, ha opinado que los objetivos del acuerdo no han ido ni rápido ni lento y que cogerán el ritmo adecuado en el primer trimestre del año, aunque los efectos de las acciones que se emprendan tendrán visibilidad real a final de año.


Ha explicado que una vez aprobado el presupuesto para 2013, las ayudas a la formación y de apoyo a emprendedores irán "bastante rápido" mientras que las cuestiones relativas a la simplificación administrativa llevarán "meses" porque afectan a muchas normas.


Ha insistido que hay cuestiones que afectan directamente a la acción de Gobierno pero otras tendrán que acordarse entre las partes, y se ha mostrado convencido de que a partir de ahora se acelerarán las gestiones para llevar a cabo el contenido del acuerdo y el objetivo es que se ejecute lo máximo posible a lo largo de la legislatura.


Ha explicado además que en la reunión, antes de que haya pasado un año de la firma del acuerdo, se evaluarán las líneas a seguir e informará a los agentes sociales del reflejo presupuestario de la Estrategia de Competitividad y Crecimiento, dotada este año con alrededor de 490 millones de euros.


Sin embargo, los máximos responsables de la Confederación de Empresarios de Aragón (CREA), de la Confederación de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa de Aragón (Cepyme), de CCOO y de UGT han coincidido en los escasos avances del acuerdo.


El más contundente ha sido el recién reelegido presidente de Cepyme, Aurelio López de Hita, quien ha asegurado que el acuerdo ha servido para que los firmantes sigan hablando y no para mucho más, y aunque ha subrayado que la administración tiene pocos recursos en su mano para mejorar la situación, "hay que aplicarlos", mantener el diálogo, incentivar el consumo, proteger fiscalmente a las empresas y cumplir lo acordado respecto a la morosidad, que "no se cumple".


Así, ha incidido en que la "la realidad de la calle" es paro, desaparición de empresas y falta de crédito y ha subrayado que lo que le empieza a preocupar mucho es "la falta de sintonía que hay entre la realidad y las ensoñaciones de la política, de las finanzas" y que no se puede seguir ignorando que "hay mucha gente que lo pasa mal" y que las perspectivas de muchas personas "son cada vez más oscuras".


Mientras, ha aseverado, se ensalzan grandes éxitos como la minoración del déficit pero "no hay que olvidar -ha agregado- que es a costa del sacrificio de trabajadores, de pequeños empresarios y en general de la sociedad".


Ha insistido en que no se puede seguir consintiendo que todo el esfuerzo "siga recayendo en los mismos" y en que espera que, desde la óptima de las pymes, los autónomos y los trabajadores, "alguien se de cuenta de que la sociedad española está al borde de no poder aguantar más sacrificios".


Ha hecho hincapié en que es preciso, desde el Acuerdo Social para la Competitividad y el Empleo, tomar medidas "reales" para reactivar la economía y mantener "a toda costa" el estado de bienestar en aquello que no sea superfluo, y ha defendido, a la hora de pedir esfuerzos, el adelgazamiento de la administración y del peso de la política "con minúsculas", y que den ejemplo las entidades financieras, porque siguen recibiendo ayuda e "ignorando olímpicamente a la pequeña y mediana empresa", ya que los escasos créditos que algunas conceden son al 18 por ciento de interés.


Por su parte, el presidente de la CREA, Jesús Morte, ha admitido que aunque haya habido reuniones en distintas mesas, "hay dificultades de todo tipo" y la situación económica tiene que ver con la lentitud con la que se pueden desarrollar determinados aspectos del acuerdo.


En ese sentido, ha admitido que cuesta que las cosas se pongan en marcha y ha opinado que el acuerdo "tendrá virtualidad" y experiencias positivas a partir del segundo semestre del año, cuando los presupuestos de los distintos departamentos "son reales", si bien ha considerado que se podría haber avanzado más en lo que puede repercutir en la creación de empleo, como la formación de empleados, pero el "corsé" presupuestario y de los departamentos también tiene que ver con el desarrollo del propio acuerdo.


Por su parte, el secretario general de CCOO Aragón, Julián Buey, ha asegurado que acude a la reunión expectante por conocer el grado de cumplimiento de los objetivos por parte del Gobierno de Aragón tras un año desde que se firmó el acuerdo.


"En todo lo que haya evolucionado nos resultará sorprendente porque para nada ha contado con nosotros", ha asegurado Buey, porque hasta ahora, ha dicho, solo ha habido mesas técnicas "con escaso contenido y muy poco resolutivas".


Finalmente, el secretario general de UGT Aragón, Julián Lóriz, ha mostrado su preocupación por la marcha del acuerdo dado que no ha habido un seguimiento periódico y ni siquiera el Gobierno de Aragón informó de los Presupuestos de la Comunidad "en su debido tiempo".