Economía y negocios

Cómo cuadrar las cuentas antes de final de año

Diciembre supone la última oportunidad para tomar decisiones que puedan aligerar la factura fiscal del próximo ejercicio. Este año, los indecisos tienen un aliciente para dar el paso y aprovechar el fin de la deducción por la compra de vivienda, con la que además aprovechan el IVA reducido que termina en 2013.

En tiempos en los que el presupuesto familiar cada vez se ve más reducido con el aumento del desempleo, las bajadas de los salarios y la subida de los precios, todo ahorro es bienvenido. Diciembre se convierte en la última oportunidad para tomar decisiones fiscales que ayuden a pagar menos a Hacienda en la declaración del Impuesto sobre la Renta (IRPF) que se presentará el año que viene. «Cada vez hay menos deducciones en el IRPF, la tendencia es a pagar más impuestos», reconoce Iván Pineda, abogado y asesor fiscal, miembro del Colegio de Gestores Administrativos de Aragón y La Rioja.


Por ello, «las pocas que hay, hay que aprovecharlas», aconseja. La vivienda y los planes de pensiones vuelven a ser este año los principales apartados en los que se puede mejorar más el resultado de la próxima Renta a favor del contribuyente. El fin de la deducción por la compra de un piso -ahora parece que de forma definitiva- se convierte en la medida estrella, la que puede suponer mayor ahorro y sobre todo, el empujón que necesitan aquellos que llevan tiempo dándole vueltas a esta importante decisión. Después de que se anunciara su eliminación en 2010 por el anterior gobierno socialista y que el actual Ejecutivo popular la recuperara tras ganar las elecciones, de nuevo la crisis y Bruselas obligan a quitar un aliciente para los compradores.


«El que esté pensando en comprar una vivienda, que la compre ya», afirma Arturo Hernández, desde el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF). Haciendo las cuentas sobre el papel, «la deducción va a compensar el hipotético descenso del precio de piso ya que no queda mucho recorrido para que bajen los precios», afirma, pensando en aquellos compradores que llevan esperando estos últimos años las gangas de la crisis del ladrillo.


Caso por caso


Para que el nuevo hipotecado pueda beneficiarse de la deducción, que se aplicará durante toda la vida del préstamo, es necesario que firme la escritura de su vivienda antes del 31 de diciembre. «Entregar una señal por el piso no sirve», aclara Hernández, también miembro del Colegio de Economistas de Aragón. Sin embargo, pueden conservar la desgravación quienes hayan pagado una cantidad al promotor «siempre que este le entregue la vivienda dentro de cuatro años», añade el asesor fiscal. En cualquier caso, cada contribuyente debe hacer con cuidado las cuentas.


Aunque los beneficios son muchos, Pineda aconseja calcular «cuánto dinero se podrá amortizar cada año por la hipoteca». El máximo legal es de 9.040 euros al año, entre los dos cónyuges si la declaración es conjunta, y para cada uno si la presentan por separado. Amortizar cada año este máximo en el préstamo permite beneficiarse de 1.300 euros de deducción, pero la cantidad baja si el dinero invertido en la vivienda es menor. Por ello, la decisión de convertirse en propietario debe estar muy meditada.


Rebaja de 2.780 euros


Además de la compra de vivienda, las obras de mejora, donativos y cuentas ahorro-empresa, pueden dar al contribuyente que se beneficie de todas ellas una rebaja fiscal de unos 2.780 euros, según los técnicos de Hacienda de Gestha. La organización elige estas cinco deducciones considerando que son las más frecuentes del impuesto. También critica que «el 1,5% de la población con mayores ingresos acapara las mayores ventajas fiscales».


Desde el REAF, consideran que este año sigue resultando interesante aportar a sistemas de previsión social como los planes de pensiones ya que debido a las medidas anticrisis del Gobierno ha subido la tarifa del impuesto en 2012 y 2013 que se aplica a los rendimientos del trabajo y actividades económicas. «Este año la deducción fiscal es la más amplia porque los tipos son más elevados», afirma Hernández. Sin embargo, teniendo en cuenta que estos productos están siendo castigados en los últimos años por las caídas de los mercados, «hay que analizar la rentabilidad del plan en su conjunto, no solo aportar por la deducción», aconseja.


Pineda recuerda que este año es el último en el que las ganancias generadas en menos de un año tributan entre el 21% y el 27%, por lo que «seguramente resulta mejor vender ahora si se va a obtener una ganancia, que esperar a 2013». A partir de entonces se aplicará el tipo del impuesto que corresponda.


Este año también se mantiene el Impuesto sobre el Patrimonio, rescatado por el Gobierno durante dos ejercicios.