Zaragoza

Alrededor de 3.000 personas rechazan el plan de reestructuración en Caja3

Los trabajadores, una parte de ellos llegados desde Badajoz y Burgos, se manifestaron en la calle contra los 592 despidos y el cierre de 187 oficinas.

Cientos de trabajadores de Caja3, 3.000 según la organización, llegados de Burgos, Badajoz y Aragón han dicho en Zaragoza "no" a los despidos planteados en la integración del grupo con Ibercaja y han asegurado que no lo van a consentir en los términos que recoge la reestructuración del grupo. 


Hasta Zaragoza han llegado desde Badajoz siete autobuses con trabajadores y sus familias que partieron a las 12 de la noche de ayer desde la ciudad extremeña y otros tantos que han salido esta mañana desde Burgos, a los que se han sumado los que han viajado en vehículos particulares o el AVE y los empleados de Caja Inmaculada de Zaragoza.


Con su presencia en la capital aragonesa estos trabajadores expresan su rechazo a los 592 despidos y al cierre de 187 oficinas que anunció la semana pasada la dirección del grupo Caja3 (integrada por Caja Inmaculada, Caja Círculo de Burgos y Caja Badajoz).


Durante la protesta, celebrada frente a la sede central de Ibercaja, Rafael Gil, el portavoz de UGT en Caja Badajoz, ha sido especialmente crítico con la gestión del consejero delegado del grupo, Luis Miguel Carrasco.


Gil ha pedido "menos videoconferencias y menos deslealtad por parte de la pandilla por querer meter miedo cuando estamos en plena negociación".


Con ello aludía a la reunión convocada por Carrasco esta semana para informar por videoconferencia a los trabajadores sobre el proceso de reestructuración y a la que asistieron, ha informado, "seis" personas en Badajoz, "veinte" en Burgos y "unos pocos más" en Zaragoza debido a que en esta ciudad, donde está la sede central, se ejerció "más presión".


"No vamos a firmar absolutamente nada que no suponga el menor coste en puestos de trabajo" y que no contemple unas condiciones "dignas" para los empleados y sus familias, ha advertido Gil, quien ha pedido que si "quieren integración que la hagan bien".


Para respaldar estas palabras los concentrados, que luego han partido en manifestación hasta la oficina principal de CAI, han gritado que "o todos en el ajo o todos al carajo".


Pero también han coreado "somos empleados no somos esclavos", "¡basta ya!" o "dónde están los culpables".


El presidente del comité de empresa de Caja Círculo de Burgos, Miguel Ángel Gómez, ha apuntado que lo que piden a Ibercaja, "que es la que parece que está poniendo las condiciones y no se sienta a la mesa a negociar" que acepte hablar con los afectados y el plan que le proponen.


Según Gómez, los trabajadores quieren que el ahorro que se quiere producir con el plan de reestructuración salga de la masa salarial sin despidos para no cargar a la sociedad con más desempleo que pagar.


Desde CAI, la portavoz de los trabajadores, Victoria Camarena, pide a la "alta dirección que recapacite" y que les informen sobre el ahorro y el coste que implica la reestructuración para hacer "una propuesta seria de medidas de flexibilidad interna evitando los despidos traumáticos".


Francisco Correas, portavoz de CSICA propone que no sean despidos "puros y duros" sino que se analice otro sistema de extinción de contratos con carácter temporal, al tiempo que ha criticado el "poco margen de negociación" del que disponen ya que el próximo día 20 se debe presentar el plan en Bruselas.


El consejo de administración de Caja3 difundió esta semana un comunicado en el que defendía la integración del grupo con Ibercaja como la "mejor opción" pese al coste en reducción de plantilla y advertía que la entrada de capital público, que inevitablemente se produciría si el grupo sigue en solitario, tendría unos efectos "mucho más negativos" y supondría "la pérdida de toda seña de identidad".


Por su parte, el presidente de Ibercaja, Amado Franco, aseguró el miércoles que la entidad "no tiene nada que ver" con las condiciones del ajuste laboral propuesto por Caja3.