XXV cumbre ibérica

Rajoy y Coelho sellan su batalla ante el déficit

La economía y las reformas emprendidas en los dos países para salir de la crisis han protagonizado esta reunión celebrada en la ciudad lusa de Oporto.

Rajoy llegando a la cumbre ibérica
rajoy
EFE

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y su homólogo luso, Pedro Passos Coelho, han ratificado hoy su total compromiso para dar la batalla contra el déficit sin pensar en que se puedan relajar los plazos fijados por la UE para su reducción.


La economía y las reformas emprendidas en los dos países para salir de la crisis han protagonizado la XXV cumbre ibérica, celebrada en la ciudad lusa de Oporto, en la que han participado ocho ministros españoles y seis portugueses y en la que se han firmado quince acuerdos de cooperación en diversos ámbitos.


En el centro de las reuniones y de la rueda de prensa que han ofrecido Rajoy y Coelho al término de la cumbre ha estado el cumplimiento de los objetivos de déficit, y los dos jefes de Gobierno han querido disipar cualquier duda sobre sus intenciones al respecto.


"No se puede gastar más de lo que tenemos", han recalcado los dos jefes de Gobierno, que mantienen la hoja de ruta de las reformas emprendidas para lograr que en 2013 el déficit sea del 3 por ciento y con independencia del debate existente en torno a la posibilidad de relajar el plazo para llegar a ese objetivo.


"El debate no es cómo relajar los plazos, sino cómo cumplir el objetivo de déficit", ha explicado Rajoy.


Al mismo tiempo, los dos jefes de Gobierno han apostado por promover en Europa políticas a favor del crecimiento y el empleo y lograr la sostenibilidad de la deuda pública.


"No hay solidaridad sin responsabilidad y no hay crecimiento sin consolidación presupuestaria", ha subrayado Passos Coelho, que ha tenido que adoptar desde su llegada al poder, en junio de 2011, las duras políticas de austeridad exigidas por el rescate financiero concedido a Portugal.


En el marco de las decisiones para cumplir con los objetivos fijados por la Comisión Europea, Rajoy ha aprovechado para referirse a lo relativo al sector financiero y para dejar claro que el Gobierno adoptará todas las decisiones que considere necesarias ante los problemas del sector y, en concreto, de una entidad como Bankia.


No ha querido hacer comentarios sobre la posibilidad de una inminente nacionalización parcial de la matriz de esta entidad, pero ha avanzado que en el Consejo de ministros del próximo viernes, o incluso antes, se adoptarán decisiones para garantizar la estabilidad del sistema.


Entre esas medidas, se pretende instar a que las entidades financieras valoren adecuadamente los activos inmobiliarios de que disponen y se ajusten a los precios reales de mercado.


El calificativo de "excelente" ha estado en boca de Rajoy y Passos Coelho a la hora de definir la relación entre España y Portugal y cuya muestra han considerado que son los quince acuerdos adoptados hoy en diversas áreas.


Entre ellos, Coelho ha destacado la mejora de la conexión ferroviaria entre Oporto y Vigo y la creación del Parque Natural del Tajo, que abarcará territorio de los dos países.


En materia de energía ha anunciado que Lisboa y Madrid "están profundamente empeñados" en reducir el déficit tarifario en el gas y trabajan para eliminar los regímenes de tarificación que lo encarecen y abrir una tercera interconexión para su transporte.


Sobre los peajes impuestos por Portugal en autopistas fronterizas, el primer ministro luso ha avanzado nuevas medidas para facilitar el pago a los ciudadanos españoles mediante procedimientos más asequibles que los actuales dispositivos electrónicos, entre los que ha citado hacer compatibles los sistema de cobro de ambas naciones.


La cumbre bilateral ha comenzado con una reunión del Consejo luso-español de Seguridad y Defensa y ha tenido como epílogo la participación de Rajoy y Coelho en una cita de empresarios de los dos países.


En ella, las respectivas patronales han reclamado a sus gobiernos que adopten políticas de "moderación de precios y salarios" para recuperar la competitividad y han defendido la creación de eurobonos.


Tanto el presidente de la patronal lusa, António Saraiva, como el de la española, Juan Rosell, han saludado las reformas puestas en marcha por sus gobiernos, aunque han incidido en la necesidad de que el crédito fluya para que las empresas puedan financiarse.