En una huelga general hay "clásicos" que todo medio de comunicación debe atender: incidentes, transporte, televisiones, 'El Corte Inglés' y, por supuesto, los servicios mínimos. Todos han tenido su hueco en este 29M en el que se han colado dos nuevos colectivos: 'yayoflautas' y 'ciclohuelguistas'.

El tráfico, la temprana apertura de los bares y el habitual trasiego de ciudadanos pueden hacer pensar que ha sido un día "casi" normal. Pero huelga al fin y al cabo.

Un ejemplo de los servicios esenciales que, en la octava huelga general de la democracia, también se han cumplido son los tanatorios. "Aquí no podemos decir vuelva usted mañana", explicaba uno de sus empleados.

Mientras sindicatos, empresarios y Gobierno libran su particular batalla sobre el seguimiento de la protesta, el 29M deja otros protagonistas.

Como el bingo de Barcelona en el que ha entrado un piquete que no solo ha echado a los clientes y ha ocasionado daños, sino que ha aprovechado para robar 2.250 euros, o el ciudadano que se ha empeñado en recorrer el centro de Madrid envuelto en una bandera de España, eso sí, escoltado por la Policía.

También la media docena de policías que han impedido, ¡en dos ocasiones!, que 200 huelguistas entraran en el Palacio de Fuensalida, sede de la Presidencia de Castilla-La Mancha.

Hay más. Los "yayoflautas" de Barcelona, el grupo de jubilados "indignados" que ha organizado su propio piquete y que, ataviado con petos fluorescentes, pancartas, silbatos y bocinas, ha hecho oír su voz por el centro de la ciudad.

En una de sus paradas, una cafetería próxima a la plaza de Cataluña, han arremetido contra los camareros acusándoles de ser los responsables de la situación del país por acudir a trabajar. "¡Pero si os van a echar igualmente y encima sin indemnización!", les ha espetado uno de los abuelos.

"Encima que les estamos pagando las pensiones..." ha respondido uno de los camareros, eso sí, cuando los "yayoflautas" ya habían abandonado el bar.

"Yayoflautas" en Barcelona y "ciclohuelguistas" en Madrid, que se han subido hoy a la bici para, agrupados y pedaleando con suma lentitud, ralentizar el tráfico.

A primera hora, toda la atención estaba centrada en el transporte y en saber si se cumplían los servicios mínimos.

La madrileña estación de Atocha, el intercambiador más grande de España, era a las seis una marea roja y azul: roja por las pancartas de los huelguistas que informaban a los trabajadores de algo que todos sabían -que hoy hay huelga-, y azul por el impresionante número de policías desplegados.

Hacia las diez, la hora de apertura de los comercios, la atención se desplazaba hacia los centros de "El Corte Inglés" en cuyas puertas -una huelga más- se han concentrado los representantes sindicales. Varios han tardado en abrir o han cerrado en algún momento.

Establecimientos con las cerraduras selladas, contenedores ardiendo -¿qué atractivo tendrán los contenedores en las huelgas?- colas en las paradas de autobús, colegios con más alumnos que profesores y policía, mucha policía en las calles.

En la madrileña Puerta del Sol, epicentro del Movimiento 15M, Casa De Diego, una emblemática tienda de paraguas y abanicos, permanece abierta a pesar del asedio al que ha sido sometida. Eso sí, no ha vendido nada.

Son escenas de una jornada de huelga en la que la Alhambra de Granada no ha podido abrir por falta de personal -tampoco lo ha hecho la estación de esquí de Sierra Nevada ahora que sí hay nieve- y se han arrojado huevos contra la fachada del Parlamento de Vitoria.

Telemadrid también ha sido y es noticia, porque ha interrumpido sus emisiones por la huelga que, de momento, deja tras de sí 58 arrestados y nueve heridos de carácter leve, entre ellos, seis agentes de policía.

Y esta tarde, las manifestaciones.