Detectan tres parásitos que podrían reducir la población de corzos a la mitad en cinco años

La asociación nacional confirma casos de virus Schmallenberg, sarcocystis y Cephenemyia stimulator.

La Federación regional ha colaborado en ocasiones pasadas con la ACE en la toma de muestras.
La Federación regional ha colaborado en ocasiones pasadas con la ACE en la toma de muestras.
José Manzano

Aumentan las parasitaciones. La Asociación del Corzo Español (ACE) ha constatado la presencia de tres enfermedades que podrían reducir a la mitad la población local de estos animales en cinco años. Se trata de un hándicap común a otras zonas de España que ha comenzado a manifestarse en la provincia en la última década. Pese a que la población no ha sufrido variaciones drásticas, no se descartan afecciones a "medio o largo plazo".


Los análisis realizados por la ACE en colaboración con el INVESAGA de la Universidad de Santiago de Compostela revelan la presencia del virus Schmallenberg, que, de acuerdo con el presidente del colectivo, Florencio Markina, "puede provocar abortos en las hembras". Aunque todavía no se han percibido sus efectos, está presente en el 63% de las muestras analizadas. Soria, según sus datos, ocupa la segunda plaza del ranquin nacional. Solo Álava, con un 80% de positivos, la supera. Hasta la fecha se desconoce qué efectos tendrá y cómo evolucionará, ya que ha comenzado a detectarse "hace un par de años".


También preocupa el sarcocystis, un parásito que se aloja "en la masa muscular del corazón" y que está "en el 100%" de los casos testados. En este caso, el corzo "es un intermediario". "El hospedador final es el carnívoro: el lobo, el zorro… Al corzo le produce un problema cardíaco y hace que sea más vulnerable", explicó. La Cephenemyia stimulator, bautizada popularmente como ‘el gusano de las narices’, aparece en el 36,4% de las muestras. "Está extendido en prácticamente toda la mitad norte de España. Les pone huevos en la nariz y les llega a matar. Si la parasitación es muy grande tienen tantos gusanos en el cuello que les llegan a ahogar. Aunque no lleguen a ese extremo, pierden resistencia. Les cuesta más correr delante de depredadores y perros de caza y son más fáciles de capturar", apuntó.


En Galicia, Asturias y Cantabria están "masacrando a las poblaciones de corzos", que están bajando "muchísimo". En Soria, en cambio, "esto no se ha notado". Para Markina no hay un parásito más peligroso que otro. El riesgo surge de la combinación de los tres. "El conjunto sí puede provocar consecuencias importantes", recalcó. A su parecer, los aumentos del índice de parasitación revelan "una sobrepoblación". "Es decir, hay más animales de los que el medio puede acoger", añadió. En consecuencia, los corzos "están más débiles" y "enferman más fácilmente". "El medio obra de forma natural. Los parásitos ayudan a equilibrar la población", afirmó.


Este episodio ha de servir para incidir en "medidas de gestión". Él es partidario de cazar "muchas más hembras y crías". ACE cree que cumplir los cupos debe ser una "necesidad imperiosa". Las administraciones deben adelantarse para que las poblaciones no caigan "más de lo deseado". El colectivo teme que Soria, en vista de lo sucedido "en Asturias y el noroeste de España", experimente una importante reducción en próximos años. Se necesita "concienciación social" y unas "medidas de gestión adecuadas".


A principios de año, el colectivo detectó un nuevo problema "en el sur de Soria". "Se trata de un parásito hypoderma que pone huevos encima de la piel del corzo. Los gusanos resultantes hacen agujeros y se meten por debajo. Al animal no le molesta mucho, pero queda expuesto a más infecciones. Cada año se descubre una enfermedad nueva", relató Markina.


La reducción de población, a tenor de lo que ocurre en Asturias, podría superar el 50%. "Allí han llegado a plantearse seguir cazando. Hay muy pocos ya. Antes de que pase eso hay que adecuar la gestión", dijo. Las hembras, en este caso, son "una parte fundamental", ya que "son responsables de la reproducción" y "las que más tiempo pasan con las crías". "Los machos son más solitarios", aseveró. El problema es que la parasitación aumenta "muy deprisa". Los datos de ACE confirman que en Soria se ha incrementado en los últimos años. "Vamos a seguir analizando poblaciones, pero me temo que cada vez será mayor", comentó.


La Asociación prevé trasladar sus resultados a la Junta, paso que ya ha dado en Galicia o Cantabria, más afectadas. Las administraciones, sin embargo, "no están tomando cartas en el asunto". "Queremos que se tenga en cuenta al diseñar los planes de gestión. En Castilla y León, nos consta que los cupos de hembras no se cumplen", manifestó su presidente.

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