Franco Zuculini, aún sin ser presentado oficialmente por el Real Zaragoza, es ya uno más de la plantilla de Aguirre desde la mañana de ayer sábado. Y, a tenor de lo visto en la Ciudad Deportiva, llega con galones de titular en el esquema del mexicano.El nuevo fichaje blanquillo, que saludó uno a uno a sus nuevos compañeros y comenzó a familiarizarse con su nuevo hábitat laboral, fue objeto de especial atención por parte del Vasco. En un par de ocasiones, Zuculini fue llamado a capítulo por el técnico para recibir, en sendas charlas de más de un minuto llenas de indicaciones y gestos, las consignas tácticas que Aguirre le va a exigir en lo sucesivo en su puesto de medio centro.

Porque ahí precisamente es donde jugó Zuculini durante todo el partidillo de ensayo. Conformando el doble pivote con su compatriota Ponzio, que, como capitán y paisano, ejerció todo el tiempo de introductor del recién llegado, del que fue su sombra permanente.

El séptimo refuerzo zaragocista, abrumado por tanta novedad y con muchas ganas de agradar, se aplicó fundamentalmente en cumplir correctamente los deberes defensivos de su posición. En ataque, apenas se soltó una vez con decisión. Eso sí, fue en un desmarque vertical que, asistido perfectamente por Lafita, le dejó mano a mano ante Leo Franco, que jugaba de portero con el equipo de enfrente. Su intento de vaselina, con mucha clase en el golpeo, se quedó corto por pocos centímetros y el guardameta atrapó el balón en todo lo alto sin ser rebasado.

Hoy por la mañana (de nuevo a las 9.30), Zuculini repetirá entrenamiento con el equipo y, tras estas dos sesiones, es casi seguro que Aguirre estará dispuesto a darle sus primeros minutos como zaragocista en el Trofeo Ciudad de Zaragoza que mañana se disputa ante el Espanyol en La Romareda.

Entre tanto, resulta curioso que los responsables de la SAD hayan decidido aplazar indefinidamente la presentación del jugador y, de este modo, lo mantengan en permanente estado de silencio. Zuculini existe, se le ve, tiene rostro, pero no puede hacer declaraciones. Se trata de un caso sin precedentes que no se sabe a qué obedece.

Vuelta al 5-2-3

Aguirre volvió a practicar durante toda la sesión preparatoria de ayer con el esquema 5-2-3, que fue el de cabecera en los tres duelos de la gira inglesa en Londres, Norwich y Wolverhampton. El mexicano dejó así de lado el 4-1-4-1 propuesto en Soria el pasado jueves.

Por delante del portero, Juárez y Abraham, como laterales, escoltaron a Da Silva, Mateos y Paredes, que armaron la línea de tres centrales (Lanzaro cambió de equipo y suplió a Paredes en la segunda parte). Los dos pivotes fueron Ponzio y el novato Zuculini. Y arriba, Lafita y Juan Carlos entraron por los costados con Braulio como referencia en el área. Este bloque es el que más gusta a Aguirre a estas alturas. Con él prevé afrontar mañana el último bolo veraniego y, si la huelga lo permite, iniciar la Liga el sábado que viene en Valencia.