¿Cuál es su estado de ánimo a mitad de agosto, con la Liga ya tan cerca?

Muy bueno. Tengo la sensación de que vamos a hacer una buena plantilla. Lo siento así.

Eso es todavía una cuestión de fe porque faltan muchísimas cosas por concretar.

Sí, es verdad que falta mucho por cerrar, pero creo que estamos más cerca de hacer bastantes de ellas que hace solo tres o cuatro días. Lo único que lamento es que, algunas de las deseadas, se han escapado. Pero no ha sido por falta de interés del Zaragoza.

¿No le da vértigo observar que, a 14 días del inicio liguero, entre salidas y entradas hay que culminar más de 10 negociaciones?

No sé? Prefiero quedarme con la satisfacción que me da ver lo que hemos incorporado ya a fecha de hoy. Y tengo muchas esperanzas respecto de lo que vamos a traer en las próximas dos semanas.

¿Cómo lleva los primeros días con Gerhard Poschner como director general?

Es una decisión del club. Para mí, siempre que haya referencias concretas a la hora de trabajar, es positivo para una entidad y para su funcionamiento.

Tras el lioso aterrizaje de Babic hace más de una semana, ha habido un parón total en las incorporaciones y las salidas. Eso no era lo previsto por usted.

Sí. Las negociaciones, por unas circunstancias o por otras, se han ido demorando desde entonces y no ha fructificado nada. Espero que, en las próximas horas, haya un poquito de suerte.

Antonio Prieto dijo hace un mes que para después de Alemania la plantilla tendría que estar cerrada al 90 por cien. Y no es así.

Para lo que ahora mismo quiere hacer el Zaragoza, las negociaciones son muy complicadas y es difícil poder formalizar una plantilla. Antonio es muy optimista, aún más que yo, que ya es decir. Él cree en su trabajo y yo considero que lo está haciendo tremendamente bien.

¿Qué le transmitió Agapito el martes aquí, en Alemania?

Tranquilidad.

Canella se ha evaporado cuando parecía atado.

Así es. Se nos ha escapado el tema Canella. Había un acuerdo total con el jugador, también con el Sporting, pero por asuntos burocráticos y económicos que el Zaragoza no ha podido acometer se ha venido abajo. El club ha hecho lo posible, pero no se dependía solo de nuestras fuerzas.

¿José Enrique sigue siendo alternativa para el lateral zurdo o habrá que irse al extranjero?

Queríamos a Canella, entre otras cosas, por ser español. José Enrique es la otra opción, pero quizá económicamente nos quede un poco lejos. Si al final es complicado traerle, habrá que irse fuera.

Miguel Torres, para la derecha, se ha puesto muy a tiro.

Sí. Es un futbolista muy válido. Juega en una posición que necesitamos y, además, nos da opciones para ocupar en momentos eventuales el lateral izquierdo y el puesto de central.

Y a contrarreloj, sería bueno no perder la oportunidad de traerle.

Sí, pero al final va a depender del jugador. Tiene que convencerle el proyecto del Real Zaragoza. Aquí queremos únicamente jugadores con ilusión y con ganas, con hambre y compromiso. Si él nos convence con su actitud ante esto y quiere venir, adelante.

Garay advirtió que, si se va del Madrid, el Zaragoza es su preferencia. Pero parece que no sale.

Que diga eso del Zaragoza es algo importante. Pero esta operación no depende de nosotros. Si viniese, sería un gran fichaje.

¿Y ese delantero diferente e ilusionante que tanto añora?

Creo que vamos a llegar a contratar un buen delantero. Tengo esa sensación. No sé cuál es todavía, pero confío en que el mercado nos va a ofrecer varias opciones muy buenas.

¿Será español?

No hay muchas opciones de delanteros españoles.

Es que el riesgo es acabar haciendo una Torre de Babel en el vestuario, llena de nacionalidades extranjeras. A usted no le gusta mucho esa idea.

La clave es traer buenos jugadores. Si pudiéramos ficharlos casi todos españoles, sería muy positivo. Pero a veces eso es difícil.

Vuelta de Alemania y reencuentro con Pulido, Paredes, Hidalgo y Songo'o. ¿Qué va a pasar?

Que van a entrenar con nosotros de nuevo. Ellos saben su situación. En trabajos generales estarán con el grupo y en cuestiones más específicas, ya veré lo que considero más oportuno. No voy a variar mi decisión.

Solo quedan dos amistosos. ¿No le faltan partidos a este verano?

En principio creíamos que no, pero igual ahora sí que vamos a echar en falta alguno más. De todos modos, ya no tiene remedio. Por cierto, el partido de Alemania fue muy pobre. Venir aquí para jugar ese bolo no es normal.El plan era jugar un buen partido ante un gran rival. No importaba jugar solo un choque. Luego, nos encontramos con que aquí en Alemania ya había comenzado la competición por estas fechas y que esta semana había partidos internacionales de selecciones.

Quizá habría que haber buscado otra alternativa y no venir aquí.

Bueno, el resto de la pretemporada ya estaba diseñada entre Navaleno y Huelva y no había mucha capacidad de maniobra. Está claro que, si hubiéramos podido jugar más partidos, hubiera sido mejor. Pero ahora, la verdad, es que me siento satisfecho de haber venido a Alemania. Hemos estado muy a gusto, con un clima ideal y unas instalaciones magníficas.