Tomé Alfonso: "El mayor error sería pensar que está todo hecho"

¿Ya está más relajado después del frenético fin de semana pasado?

Sí, sí. Seguimos teniendo actividad en la pista, pero?, todavía nos queda una gran cantidad de trabajo por delante.

¿Cuántas noches pasó sin dormir antes de las World Series?

Ninguna. No se puede pretender organizar un evento de este tipo el mes de antes. Esto es un trabajo muy bien pensado y preparado con muchísima antelación. Las jornadas eran tan largas que, la verdad, llegaba tan cansado a casa que he dormido como un bebé.

¿Cuál era su peor pesadilla?

La dificultad de poder saber cuánta gente iba a venir. Como no eran entradas de pago, sino que el formato de Renault es el de invitar a que el público se acerque a las carreras, trabajábamos sobre unas previsiones que eran imposibles de confirmar.

Hace un año fue presentado en Alcañiz procedente de Doha (Qatar), tras cinco años en un circuito internacional de primer nivel. Cuando llegó, al ahora llamado Motorland, ¿qué pensó?

El proyecto me gustó mucho porque era único. Vi que te tenía un gran futuro. Es muy difícil de encontrar en otro sitio del mundo una instalación de estas características. Era un reto del que me hacía mucha ilusión ser partícipe. Lo que pensé entonces es que había muchísimo trabajo que hacer. Un año después, con el circuito hecho realidad, lo que intentamos es buscar el formato que queremos, sobre todo, colocarnos internacionalmente y apretar con el tema de la explotación para que cada vez haya más gente que lo conozca y venga a utilizar las instalaciones.

Y después de la puesta de largo internacional del "tercer mejor circuito del mundo", en palabras del vicepresidente del Gobierno de Aragón, José Ángel Biel, ¿cómo calificaría la experiencia?

Buena y por diferentes motivos. Tengo que reconocer, y fue una magnífica sorpresa a lo largo de pasado fin de semana, que la gente en Aragón entiende mucho de motor. Esto trae como consecuencia el ratificarnos que una instalación como Motorland hacía falta. Además, la opinión generalizada de pilotos e ingenieros es muy buena, lo han realzado y valorado, especialmente, el trazado, muy técnico y difícil. Esto es muy importante porque te posiciona en el mercado: si hay que hacer una puesta a punto muy específica de cualquier vehículo o producto, pensarán en nosotros.

Por cierto, ¿cuáles son los dos primeros trazados del ranquin?

Esto es un tema muy complicado porque según a quién preguntes dirá una cosa u otra. Ahora mismo, si hablamos de infraestructuras, Motegi podría ser muy similar a Motorland, porque el concepto es muy parecido al nuestro. Es como un parque del motor donde tiene cabida, como Motorland, todo. Hay circuitos muy buenos, personalmente, el italiano Mugello tiene un trazado espectacular, como Phillip Island en Australia. Y, sí, Motorland puede ser el tercero.

¿No les da miedo morir de éxito?

Cometeríamos el mayor error si pensamos que está todo hecho. Queda un montón de trabajo. Ha habido un evento, que ha salido muy bien. Ha tenido sus fallos, como es normal en cualquier puesta de largo, especialmente en nuestro caso que nos estrenamos con un circuito en una cita internacional de primer nivel. ¿Para eventos futuros? Hay que seguir mejorando y trabajando. Prácticamente no hemos conseguido nada. Y nadie nos garantiza que vaya a salir bien si no es a base de esfuerzo y de trabajo.

¿Ha merecido la pena el esfuerzo y el desembolso de las World Series?

El tiempo lo dirá. Pero si consideramos las audiencias que ha habido, no solo en Aragón sino internacionalmente, creo que ha sido una apuesta muy buena y sí que ha merecido la pena. Hay muchas maneras de dar a conocer un producto, una región o un país. Si Barhein no tuviese un gran premio de Fórmula 1 o Qatar uno de motos, probablemente habría mucha gente que no conocería esos países o habría oído hablar de ellos. A una escala menor tenemos Motorland. Aragón quería darse a conocer internacionalmente con unas instalaciones de primer nivel y la elección ha sido ésta.

En este impulso inicial, se echa de menos el apoyo de Madrid, del Gobierno central. ¿Puede tirar Aragón solo de este carro?

No soy quién para contestar a esta pregunta. Yo puedo hablar de estrategia de Motorland, y lo que es importante es que todo el mundo lo apoye a todos los niveles. Porque esto es un proyecto internacional: buscamos clientes en España, pero también que el extranjero se fije en nosotros y que venga a utilizar nuestras instalaciones. Y si hablamos de tecnología, más todavía.

¿Cómo valora la llegada a Motorland de la escudería USF-1?

Es un impulso muy importante. Tecnología y deporte van muy ligados. Es una de las cosas que más me atrajo de este proyecto: la competición se basa en la tecnología para ponerla al límite de sus posibilidades. Y va unida a un circuito. En nuestro caso tenemos un parque tecnológico y, enfrente, un circuito. Es perfecto.

¿Cuál es el compromiso para los próximos años?

Posicionarnos internacionalmente, y convertirnos en una de esas sedes por las cuales va pasando todo el mundo. Ser un circuito de referencia de tests con una ocupación altísima. Hemos puesto un menú a disposición de los clientes que vienen, y ahora tenemos que ver por qué platos se decantan. Somos la novedad y todo el mundo tiene interés por nosotros. No se inaugura un circuito cada año. El boca a boca ha funcionado muy bien, y hay mucha gente que está pidiendo venir aquí porque quieren probar el circuito.

¿Cuál le gustaría que fuese el techo de Motorland?

Que tuviese una ocupación que estuviese por encima de los 300 días al año. Esto nos garantizaría un impacto económico buenísimo para la zona ya que tocamos todos los sectores que hay en este mundo del motor. Significaría que estaría teniendo los mejores entrenamientos de cualquiera de las disciplinas, y que tendríamos muchas empresas en el parque tecnológico.

¿Y el suyo propio en Alcañiz?

Que se cumpla todo lo anterior. Lo que es importante destacar es que esto no se hace de un día para otro. Cualquier instalación necesita tiempo para consolidarse. Motorland va a contribuir de una forma muy importante al desarrollo del Bajo Aragón y de toda la Comunidad. Pero que la gente no piense que somos los únicos salvadores. Nosotros aportaremos, pero no somos el arma definitiva.