Guti nunca dejó indiferente a nadie. Para lo bueno y para lo malo, el ya ex jugador del Real Madrid fue un futbolista distinto, tan genial como polémico. "Solo quiero dar las gracias al Real Madrid. He vivido una etapa con cosas muy bonitas y otras complicadas. He crecido en el Madrid porque he jugado en este club mis últimos 24 años, de los cuales 15 fueron en el primer equipo. Seguiré jugando, pero mi corazón seguirá en el Real Madrid", explicó ayer en su adiós a su club de siempre.

El centrocampista, de 33 años, no se retira, sino que está pendiente de firmar el último contrato de su vida, seguramente en el Besiktas turco que dirige el alemán Bernd Schuster. Pero sí es cierto que Guti cerró ayer una etapa trascedente en el Real Madrid, su equipo de toda la vida, en la que se ganó tantos defensores como detractores.

El español debutó en el Real Madrid el 2 de diciembre de 1995, de la mano de Jorge Valdano, en un choque ante el Sevilla que finalizó con triunfo blanco por 4-1. Pero el estilista jugador tardó mucho en conseguir ser un hombre importante en el equipo, pues siempre tuvo enorme competencia en su posición. Sería una constante en toda su carrera.

Su situación cambió con la llegada al banquillo del primer equipo de Vicente del Bosque como entrenador blanco, en 1999. El actual seleccionador español aplicó sus innegables virtudes como psicólogo y extrajo lo mejor de Guti.

En la campaña siguiente, el canterano se asentó en el primer equipo y debido a una lesión del delantero Fernando Morientes tuvo que jugar como punta y logró 14 goles que contribuyeron a la consecución del título de Liga.

Para entonces, Guti ya comenzaba a generar tantos amores como odios. En el campo, unos aplaudían sus momentos geniales mientras otros lo acusaban de indolencia e irregularidad. Fuera del campo, también provocaba divisiones por los malos gestos dedicados a aficionados rivales e incluso propios.

Habitual en la prensa rosa

Siempre vestido a la última moda, también fue un habitual en la "prensa rosa" por su relación con la presentadora de televisión Arantxa de Benito, con la que tuvo dos hijos y de la que se divorció el pasado año. Y también generó muchos rumores sobre su gusto por la vida nocturna, algo que el propio jugador nunca ocultó. Incluso se jactó de ello.

Guti deja un palmarés impresionante, con cinco Ligas, tres Copas de Europa, dos Intercontinentales, una Supercopa de Europa y cuatro Supercopas de España.

Pero también se va de su casa con la sensación de no haber alcanzado la cota de excelencia que se hubiera imaginado por sus cualidades, por su talento. Con pocos entrenadores se sintió titular indiscutible y apenas alcanzó los 15 partidos con la selección española.

"Se marcha un madridista y tenemos que darle las gracias por todo lo que nos ha aportado. El Real Madrid ha sido muy afortunado en contar con sus servicios. Se va uno de los nuestros. Sus jugadas asombrosas lo dicen los trofeos que hemos ganado con Guti", resumió Valdano, director general del club, en la despedida.

El deseo de Guti para el día que cerraba una etapa de 24 años en el club de su vida era no hablar de su futuro equipo. Aunque admitió que se marcha a jugar en el extranjero, las preguntas de periodistas llegados desde Turquía, no le hicieron anunciar su destino.

"Tengo una oferta buena del Besiktas. Hay que mirarla, sentarse bien y pensar en todo. Una de las cosas apetecibles es que allí está Bernardo (Schuster), que aquí me dio mucha confianza y partidos para demostrar quién era dentro del campo. Veremos en un futuro lo que sucede", manifestó.

Lo que desmintió con rotundidad Guti fue que haya recibido una oferta del Galatasaray. En las próximas horas hará público su destino. "No he elegido Besiktas. Tengo una oferta interesante, pero veremos lo que pasa. no he decidido todavía dónde iré", afirmó.