Llegó la primera derrota del verano. Algún día tenía que ser.

Está claro. Y ha sido en un partido fuerte, intenso, en el que nosotros no supimos entrar como el otro día en Wigan. Especialmente, la primera parte estuvo muy fuera de lo que pretendemos. Yo ya preveía que podía pasar algo así porque, entre otras cosas, el escenario era diferente al de Inglaterra.

¿Qué es lo que no le ha gustado?

Hemos ido un par de segundos tarde en cada jugada. Todo producto de la falta de frescura física. Y nos hemos encontrado con un rival intensísimo, como lo son siempre los de Gonzalo Arconada. Me lo esperaba. Pero hay que sacar consecuencias de lo ocurrido. Me lo tomo como un buen entrenamiento.

¿Para sacar consecuencias positivas de lo negativo?

Eso es. Está muy claro que, cuando vamos perdiendo, nos cuesta mucho remontar la situación. Nos cuesta, es algo evidente.

Entre las pruebas vistas en Tenerife, lo más llamativo fue ver a los dos puntas juntos en la segunda parte, algo parecido a un 4-4-2.

Se movieron bastante bien en ataque. Braulio y Marco Pérez son dos jugadores que nos pueden ofrecer mucha movilidad, como mostraron en un par de ocasiones en las que llegaron al área combinando, alguna muy clara. Pero en el aspecto defensivo hay que mejorar esta opción. Uno de los dos nos tiene que ayudar y meterse más entre los dos mediocentros. Y ese matiz no se vio contra el Tenerife y fue clave para poder cuajar una segunda parte mejor. Pero era la primera vez que poníamos en juego ese sistema y es normal que no salga correctamente. No obstante, en el aparatado ofensivo, me ha convencido. Hemos dado sensación de peligro en las contras y el equipo ha mostrado movilidad con el balón.

Jorge López en la media punta durante la primera parte fue otra de las novedades.

Jorge tiene unas características apropiadas para jugar en ese tipo de posición. Es una variante que podemos utilizar perfectamente durante el año.

Bertolo jugó sus primeros minutos y, lógicamente, se le notó un poquito desplazado.

Es normal. Pero dejó detalles interesantes. Sale bien por ambos lados, aunque él dice que prefiere perfilarse por la izquierda. Lo que sí demostró es que, sin estar aún en forma y sin conocer el nombre de la mitad del equipo, es un chico al que se le puede entregar la pelota en cualquier momento y en cualquier lugar del campo. Mete el cuerpo, la conserva bien, es un jugador con mucho físico y tiene cierta variedad de movimientos. Quiero verlo en los últimos metros, cuando esté más fino, y pueda ayudar a romper las defensas rivales. Pero para eso hace falta un poco más de tiempo.

La derrota siempre duele pero, después de dos partidos con sensaciones positivas ante Osasuna y Wigan, quizá este paso atrás sirva para que nadie se duerma. Aún falta muchísimo por pulir.

Si el paso atrás es para tomar carrerilla, vale. Pero no para que el equipo se estanque a partir de ahora. Yo no quiero darle mucha importancia a esta derrota porque, como decía antes, preveía que éste de Tenerife iba a ser el partido más complicado de los que hemos jugador hasta hoy. Además del escenario y de la motivación del adversario, nosotros mezclamos mucha gente y el equipo está muy cansado.

Hablemos de las sensaciones positivas que usted observa y, claro está, también de las que menos le gustan a estas alturas de agosto.

A mí el equipo, en líneas generales, me sigue gustando. Trabaja bien la distancia entre líneas y la colocación sobre el campo. Sin embargo, peca en exceso de no tener la pelota. Hay muchos minutos en los que no tenemos la posesión, debemos buscar mayor tiempo de contacto con el ritmo de juego. Ahí, hasta ahora, tenemos las mayores dificultades. Somos un equipo al que le cuesta mucho llevar la iniciativa. Por ahora, estamos abocados a jugar atrás y a buscar la salida rápida en la contra en cuanto robamos. De lo contrario, no podemos hacer daño a los contrarios. En este ámbito debemos mejorar mucho.

Usted dijo que le faltaba ver jugar al equipo en inferioridad numérica. En Tenerife estuvo a punto de pasar. Varios jugadores se pasaron de dureza y eso es un riesgo que se deberá controlar mucho.

Es verdad. Pero tengo claro que eso nos va a pasar varias veces este año. Por eso quiero pensar en todas las posibilidades que se pueden dar. En Tenerife, tanto Edmilson y Contini en la primera parte, como Diogo en la segunda, pudieron irse a la caseta expulsados. También el Tenerife hizo un par de entradas muy feas por la espalda. Pero son cosas del fútbol y hay que estar preparados e intentar no caer en las tentaciones de acudir a la dureza que provocan partidos tan intensos. Creo que ha sido una buena piedra de toque en ese sentido de la que todos debemos aprender para evitar disgustos.