SERGIO FERNÁNDEZ, EX JUGADOR DEL ZARAGOZA

"No será una revancha entre Sergio y Marcelino"

sergio fernández i defensa de osasuna i Se enfrenta al Real Zaragoza por primera vez desde su marcha a Osasuna. El central asturiano regresa al estadio blanquillo sin ánimo de revancha, sabedor de que "será difícil" que el público le dedique una ovación

Sergio Fernández, durante el entrenamiento de ayer en Tajonar.
"No será una revancha entre Sergio y Marcelino"
pablo l. learte

Para su regreso a Zaragoza apunta a titular.

Todavía quedan días hasta que llegue el partido. No me voy a poner yo como titular. Lo decidirá el entrenador. Hay otros compañeros que pueden jugar igual que yo. No obstante, es cierto que las bajas en defensa me dan más opciones.

 

En las primeras jornadas su presencia en el once inicial parecía innegociable.

Empecé de titular esta temporada, después de lograr en la pasada campaña el objetivo de la permanencia. Una expulsión me envió a la suplencia, donde he permanecido en los últimos partidos. José Antonio Camacho es de los que piensan que es mejor no hacer variaciones si los resultados son favorables. Tras mi sanción, el equipo encadenó varios buenos resultados...

 

Y usted se vio obligado a ver los partidos desde el banquillo. ¿Cómo lo ha vivido?

Con respeto a mis compañeros. Hay que saber estar a las buenas y a las malas. Durante este tiempo, he intentado hacer mi trabajo lo mejor posible a la espera de aprovechar mi próxima oportunidad. Si llega el domingo, que gane Osasuna y a aferrarse a la titularidad.

 

Ese día volverá a La Romareda.

Siempre es especial enfrentarse a un equipo en el que has militado, se tienen más ganas y se recuerda el pasado. Sé que hay una rivalidad especial entre los dos clubes, una mala relación entre sus aficiones, pero yo no tengo ninguna rivalidad especial hacia nadie.

 

¿Tampoco hacia Marcelino García?

Tuve problemas con él a su llegada a Zaragoza, igual que otros muchos jugadores los han tenido con sus entrenadores. Cada uno tomó un camino distinto. Nada más. El partido del domingo, que quede claro, no será una revancha entre Sergio y Marcelino.

 

Desde luego, su marcha del club aragonés no fue la mejor.

La salida del Real Zaragoza no fue, ni mucho menos, la que todos los futbolistas desean. Aún es peor si se tiene en cuenta lo cómodo que estuve allí. Siempre dije que mi paso por Zaragoza fue increíble, tanto para mí como para mi familia. Sencillamente, no congenié con el entrenador. Con la entidad no hubo ningún problema. Yo quería seguir jugando y busqué una salida. Lo arregló todo mi representante. Todo el mundo conoce el principal problema de aquel adiós.

 

¿Dejó algún amigo en la entidad?

Sí, mantengo una muy buena relación con Peter Luccin y Javier Paredes. Hablo con ellos habitualmente.

 

¿Y qué le cuentan?

Lo que cualquiera puede ver, que al equipo le está costando. Creo que el Real Zaragoza es un club que exige mucho, a veces demasiado. Nadie debe olvidar que es una entidad que acaba de ascender a Primera División y que no tiene una economía que le permita pelear por grandes cosas.

 

Esto último también caracteriza a Osasuna.

Somos dos equipos que estamos ahora mismo en la misma línea. El Zaragoza había construido un equipo para estar arriba, pero los resultados no terminan de llegar. Nosotros hemos perdido en las últimas jornadas la buena imagen que estábamos dando. Ninguno de los dos practica un fútbol vistoso. Por eso, será un partido duro, muy intenso, donde cualquier detalle puede definir el resultado. Jugamos, además, en un campo en el que la afición se echa encima de sus jugadores si las cosas no van bien. Osasuna debe aprovecharlo.

 

Usted conoce bien a los seguidores blanquillos.

Es una afición acostumbrada a que su equipo juegue bien, una herencia que dejaron otras épocas. No solo les vale con ver ganar al Zaragoza, también quieren que practique buen fútbol. Así no es fácil jugar, aunque también es cierto que, cuando vas ganando, la afición es la mejor.

 

¿Cómo cree que será su recibimiento?

No lo sé. Mi relación con la afición zaragocista siempre fue buena porque mi rendimiento en el Real Zaragoza fue, a pesar del descenso, más o menos bueno. Pero me es indiferente, la verdad. No me paro a pensar sobre si me aplaudirán o me silbarán. Dependerá, lógicamente, de los aficionados. Supongo que habrá de todo. Me gustaría, eso sí, que me recibieran bien, aunque sé que será difícil viniendo con con la camiseta de Osasuna.

 

Si consigue un gol, ¿lo celebrará?

Ojalá me lo tenga que plantear. Desconozco lo que haré. Dependerá de las emociones, de cómo me reciba el público. Ahora bien, en estos casos defiendo al futbolista que celebra el tanto. No lo considero una falta de respeto.