REAL ZARAGOZA

Sabor a gran clásico

Llega por fin a las 20.00 (Gol Tv y C+ Liga), en el estadio de La Romareda, se encaran el Real Zaragoza y el Real Madrid, en el duelo -sin perdón- más atractivo de la jornada liguera. Se citan dos escuadras para diseñar un partido clásico en un ambiente clásico. Un duelo que huele a fútbol por los cuatro costados.

El Madrid, ayer, a su llegada a Zaragoza
Sabor a gran clásico
A PHOTO AGENCY/TONI GALÁN

No hace falta matricularse en la universidad del fútbol para conocer qué partidos -y rivales- se alistan entre las materias más suculentas, las más atractivas. Y en la cabecera aparece siempre la cita con Real Madrid, que el aficionado busca para señalar con una cruz en el calendario liguero. Llega por fin: a las 20.00 (Gol Tv y C+ Liga), en el estadio de La Romareda, se encaran el Real Zaragoza y el Real Madrid, en el duelo -sin perdón- más atractivo de la jornada liguera. Se citan dos escuadras para diseñar un partido clásico en un ambiente clásico. Un duelo que huele a fútbol por los cuatro costados.No es cuestión de comparar las trayectorias de un Madrid que pelea por el título y un Zaragoza que se esfuerza por conservar la categoría; sin embargo, la necesidad es un elemento que aporta mucho más equilibrio al encuentro. Entre otras cosas porque, como ya dijo el argentino Leo Ponzio, el Zaragoza se juega más. Ganar supondría al cuadro aragonés un impulso en la clasificación y un refuerzo en la autoestima que garantizarían casi con toda seguridad la permanencia en Primera. Aunque ganar -ya lo dice el técnico José Aurelio Gay- no va a ser una tarea fácil. ¿Quién lo duda?

Engorda también el peso de la balanza blanquilla el escenario: La Romareda será hoy de nuevo ese templo en el que se invoca al Real Zaragoza y en donde el equipo de Gay encontrará el respaldo unánime de una afición que suspira por actualizar viejas páginas de gestas blanquillas.

En el otro lado, el Real Madrid. Que ya en su nombre impone respeto. El conjunto blanco llega a Zaragoza con ese empeño de birlarle al Barcelona un título que el conjunto azulgrana parecía tener encarrilado tras su triunfo en el Bernabéu. Sin embargo, los madridistas no han perdido la fe y aspiran a seguir inmersos en el cara a cara con el cuadro de Guardiola. Para ello, precisan ganar hoy en el estadio municipal.

Se ha reforzado la fe merengue y Manuel Pellegrini viste de gala a su equipo en Zaragoza. Es baja Albiol -que forzó la tarjeta ante el Valencia-, pero vuelven a la convocatoria tanto Raúl como Kaká. Cantar una alineación del Madrid es como pasar lista a buena parte de los mejores jugadores del panorama internacional, empezando por Casillas y acabando por Cristiano Ronaldo, Higuaín o Benzema, sin dejar de lado a Gago, Guti o Xabi Alonso. En fin, ese es el rival.

Pero el Zaragoza tiene la obligación de plantar cara a semejante plantel; jugar sus bazas y luchar por conseguir un triunfo definitivamente balsámico.

Se refugia José Aurelio Gay en ese equipo tipo del que apenas retoca. Tiene la garantía del gran momento de forma por el que atraviesa el guardameta Roberto, que se refugia detrás de una línea de cuatro con Ponzio y Paredes en las bandas, y Contini y Jarosik por el centro. La recuperación del italiano y la solidez del checo van a ser hoy fundamentales en el sistema de contención del conjunto blanquillo. La mejora experimentada por la retaguardia es una garantía y un respaldo ante un Madrid con una pegada formidable y esa dupla admirable de Ronaldo e Higuaín.

El técnico madrileño apuesta por Edmilson y Gabi por delante, en el doble pivote. En las bandas, Arizmendi -que ayer se retiró antes de acabar el entrenamiento, pero que hoy jugará- y Eliseu; y Ander Herrera ejercerá de enganche con el chileno Chupete Suazo. Un once convencional, capaz de ofrecer un rendimiento sólido y con garantías si Gay y Nayim son capaces de mentalizarlo.

El vestuario, con diversas portavocías -incluida la del técnico-, ha transmitido un mensaje de confianza, de convicción: el equipo no se conforma con el empate. Quiere ganar para garantizarse un futuro de tranquilidad en el tramo final del Campeonato.

Nadie ha dicho que la tarea sea fácil. Más bien, se transmite un espíritu, la exigencia de que, a pesar de la enorme dificultad, se peleará por los tres puntos. Que si el empeño del Madrid es el título, el del Zaragoza es la supervivencia. Y vivir es exigencia mayor.