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Rebajas en la salvación

La proyección de puntos y el número de implicados avisan de una permanencia tan barata como la del año pasado.

Uche golpea una pelota en el entrenamiento de ayer en la Ciudad Deportiva.
Rebajas en la salvación
ARáNZAZU NAVARRO

Cinco goles en contra condenan al Real Zaragoza a su posición de descenso actual. Empatado a puntos, solo el 'goal-average' general (el particular solo se aplica una vez jugados los dos partidos directos) desfavorable con el Sporting de Gijón lo mantiene sumergido en la zona crítica a los de Aguirre. Asturianos y aragoneses empatan a 16 puntos, la suma de la cual se puede extraer la estimación de la permanencia. El ritmo de puntuación de la primera mitad de la Liga anuncia una salvación barata, posiblemente la más depreciada desde que la Primera División se rige desde la campaña 1999-2000 por su formato actual: tres puntos por victorias, 20 equipos y tres descensos directos.

Desde entonces, la salvación más devaluada se produjo la temporada pasada, cuando el Málaga marcó la permanencia con 37 puntos. La costumbre ha situado la supervivencia en torno a los 42 puntos, pero la mediocridad que ha igualado la Liga por abajo desde el curso pasado convierte esa suma en algo más que suficiente.

Por ejemplo, el Zaragoza quedó 14º la pasada campaña con 41 puntos, mientras que su último descenso, hace tres temporadas, se valoró en 42 puntos.

El declive de la clase media-baja del fútbol español es evidente. En la actualidad, los 16 puntos de Zaragoza y Sporting dibujan una proyección a final de la temporada de 32 puntos. De seguir con la cadencia de la primera vuelta, ese sería el precio de la salvación. Eso es la estimación, una mera representación, pero sirve como botón para evaluar y prever el camino que puede recorrer la Liga hasta final de temporada. Pero no es un dato definitivo. Una revisión de los últimos antecedentes desvela que, normalmente, los equipos con puntuación a la baja durante la primera vuelta dibujan una reacción en la segunda, incrementando algo la suma de puntos. Las urgencias estimulan.

El Zaragoza de la pasada temporada es una muestra, pero también los equipos que descendieron: el Xerez hizo 26 puntos más tras el paso del ecuador, el Tenerife sumó dos más, el Valladolid también, el Málaga recolectó tres más? Y un año antes puede hallarse otras de las notas comunes en la vida de los descensos: los equipos que caen en barrena, como el Zaragoza que bajó hace tres temporadas.

Hace dos años, ninguno de los tres equipos que descendieron, Recreativo, Numancia o Betis ocupaban plaza de Segunda División en el intermedio de la temporada. Lo hacían Osasuna, Mallorca y Espanyol, los tres salvados gracias a su multiplicación en la puntuación durante la segunda fase de la Liga.

Todo hace indicar que, en la presente temporada, la salvación se ubicará en un abanico de 36-39 puntos. Es un cálculo aproximado. Eso nos dejaría ante la Liga con la permanencia más barata en su formato actual. Desde la campaña 1999-2000 los equipos que marcaron la supervivencia en Primera casi siempre se alzaron en torno a los 42 puntos. En la temporada 99-00, el Numancia hizo de frontera con 45 puntos (la más cara de la historia reciente), bajando el Betis con 42. En la 00-01, la permanencia la fijó el Zaragoza con 42 puntos. Un año después, en la 01-02, Osasuna repitió con 42, uno menos de los que necesitó el Espanyol (43) en el curso 02-03. En la 03-04, el Racing hizo 42 y en la 04-05 el Mallorca se salvó con 39. El Racing se ató a Primera en la 05-06 con 40 puntos y el Athletic hizo lo mismo en la 06-07. Osasuna puso el precio de la permanencia en la 07-08 en 43 puntos (el Zaragoza bajó ese año con 42) y el Getafe se libró de Segunda División con 42 puntos en el curso 2008-2009. La temporada pasada, como se ha mencionado, fue el Málaga quien protagonizó la permanencia más devaluada de la historia con 37 puntos.

Lo seguro es que la pelea tendrá varios frentes, con los seis últimos clasificados en un pañuelo de cuatro puntos: Osasuna, Málaga, Sporting, Zaragoza, Levante y Almería. Ese es el campo de batalla. Con tumbar a tres, el objetivo estará cumplido.