PRIMERA DIVISIÓN
El Real Zaragoza duerme fuera del descenso
La agresión a un juez de línea en el partido que disputaban Granada y Mallorca obligó a suspender un encuentro cuyo resultado pudo meter a los aragoneses entre los tres últimos.
De manera virtual, con 10 puntos en su poder, el Real Zaragoza se mantiene fuera de las posiciones de descenso a Segunda División. Una realidad influida, en gran parte, por el desagradable incidente sucedido en el estadio Los Cármenes de Granada. Un espectador arrojó un objeto que impactó en un asistente de Clos Gómez, árbitro del Granada-Mallorca, y el colegiado aragonés decidió suspender el encuentro.
En el momento en el que sucedió la agresión, el equipo local ganaba por 2-1. Con este resultado, los locales saldrían de las posiciones de descenso en detrimento de los aragoneses por lo que queda esperar a que se pueda disputar la, aproximadamente, media hora que resta. Una victoria o empate de los andaluces meterían entre los tres últimos de la clasificación a la entidad zaragozana, que también podría tener el mismo destino en caso de que el Racing lograra puntuar ante el Mallorca en el choque programado para este lunes a las 21.00.
El cuadro banquillo no ocupa posiciones de descenso desde la tercera jornada, cuando emprendió una escalada hacia la tranquilidad que se ha visto truncada en las últimas semanas. Con solo un punto, el conseguido en el empate in extremis frente al Sporting de Gijón, de los últimos 15 disputados, los pupilos de Javier Aguirre pasan por una crisis de resultados que se ha tornado en devastadora para su posicionamiento en la tabla clasificatoria.
Más goleado
No es el único revés que ofrecen los números a la escuadra zaragocista. Tras los cuatro goles encajados en el Camp Nou, Roberto ya ha tenido que recoger en 26 ocasiones el balón del interior de su portería. Una indeseable rutina que convierte a los zaragozanos en los más goleados de Primera División, con una inquietante media de algo más de dos tantos encajados por encuentro.
En favor de los aragoneses juega la gran igualdad existente en las profundidades de la clasificación. Entre el último clasificado, la Real Sociedad, y el decimocuarto, el Sporting de Gijón, hay a penas un partido de diferencia. Una circunstancia que debería relativizar el daño que una posible incursión entre los últimos debería causar sobre el plantel de La Romareda.
