Primera conclusión tras la presentación de Jaime Lloreda: no es un hombre de muchas palabras. Parco y directo. Así se desenvolvió el pívot panameño en su primera intervención pública. Poco o nada importa esta economía de palabras y gestos a la afición rojilla. Donde realmente tiene que hablar 'La Mole' es en la cancha. Concretamente en la pintura, entre gigantes y empujones. Hoy se pondrá a las órdenes de José Luis Abós y no esconde sus ansias por debutar el sábado ante el Básket Mallorca. "Sólo tengo ganas de que pase el tiempo, que sea sábado y que esté en la cancha para demostrar mi talento", afirmó en su declaración más contundente.

Recién aterrizado en Zaragoza. Con el 'jet lag' a cuestas y con un billete procedente de Uruguay, donde el mismo lunes disputó su último partido con la Academia Hebraica y Macabi. Pese a acariciar la treintena (cumplió 29 años el martes), se siente como un niño agradecido al CAI por haberle abierto la puerta del baloncesto español, un anhelo hasta ahora no correspondido: "Estoy muy feliz por esta gran oportunidad. Espero aprovecharla. Ojalá acabe mi carrera en España. Es el sueño de cualquier jugador. Creo que me voy a sentir muy cómodo, por el idioma y porque la cultura se parecerá más a la mía".

El internacional panameño fue franco y reconoció su absoluto desconocimiento de la liga española, tanto de la ACB como de la LEB. "Conozco la liga de soccer (por el fútbol). Nunca he seguido la liga española de baloncesto", disparó, evidenciando que su formación desde el instituto hasta la universidad ha transcurrido íntegramente en Estados Unidos.

Lloreda, que portará el número 18, tampoco se explayó cuando se le requirió una definición como jugador. Confirmó los 'scoutings' emitidos por los medios estadounidenses: "A lo largo de mi carrera he destacado por el rebote. Pero haré lo que haga falta para ayudar al equipo".

Compartirá vestuario con Paolo Quinteros, contra quien se ha enfrentado a nivel de selecciones. Unos duelos que no le calaron: "No le presté atención a Quinteros. De quien sí me preocupaba es de Luis Scola, a quien tenía que defender. No me acuerdo muy bien de Paolo Quinteros".

Citó a Hakeem Olajuwon y a Shaquille O'Neal como sus referentes. Apuntó que acababa de conocer a través de internet la tradición baloncestística de Zaragoza, "donde se celebró la final de una Euroliga".

Simples notas a pie de página ante la respuesta crucial. ¿Estará disponible para contribuir el sábado y paliar las bajas que asolan a los hombres interiores del CAI? "Estoy bien físicamente pero, ¿quién sabe a qué nivel? El nivel en España es superior al de Uruguay. Tengo que prepararme bien. Así, que ya veremos", apostilló.

Sus 2,03 metros y sus más de 100 kilos deben dar réditos desde ya. El tiempo es un bien muy escaso.