PRIMER PARTIDO ACB

Por fin, baloncesto

Tras el aplazamiento del partido ante el Blancos de Rueda, el CAI Zaragoza comienza en Valencia su andadura por la renombrada Liga Endesa.

Varios jugadores del CAI Zaragoza en una imagen de la temporada pasada
El CAI reparte sus números
MAITE SANTONJA

Día grande en Zaragoza y día grande para el CAI Zaragoza. El conjunto aragonés comienza su andadura en la renombrada Liga Endesa visitando una de las canchas más complicadas de la categoría, la 'Fonteta' del potente Valencia Basket. Primer partido para los rojillos debido a la polémica decisión judicial que obligó a aplazar el choque previsto contra el Blancos de Rueda.


Para el encuentro en tierras valencianas, los zaragozanos ha inscrito al veterano Rogelio Legasa en sustitución del lesionado Robert Archibald. El poste, de 37 años, lleva dos temporadas trabajando asiduamente con la primera plantilla e, incluso, fue uno de los más destacados durante el inicio de la pretemporada. Una opción lógica que, además, se puede interpretar en clave de recompensa por el esfuerzo realizado.


El pívot zaragozano apuntala de esta manera el juego interior, aunque es de suponer que no disputará muchos minutos. Tal y como está diseñado el equipo, en caso de acumulación de faltas por parte de la gente alta, resultaría previsible que Burtschi o Almazán ocupasen, puntualmente, la posición de ala-pívot. Un recurso habitual durante los amistosos disputados a lo largo de la preparación.


Soluciones a parte, la rotación de los hombres grandes queda reducida a Pablo Aguilar, Rafael Hettsheimeir y Albert Fontet. El granadino, en principio, es el inquilino absoluto de la posición de cuatro. Un lugar que, aportando unas características completamente diferentes, también puede ser ocupado por el capitán brasileño. Así, el único que vería variado su rol sería Fontet, techo del equipo, que probablemente verá aumentada su cuota de minutos. Una oportunidad de poder reafirmar las buenas sensaciones transmitidas, por ejemplo, ante el Emporio Armani.


Por fuera del arco, el CAI cuenta con los argumentos ya conocidos. Con la paulatina adaptación de Bracey Wright, el gran estado de Cabezas, la fiabilidad de Van Rossom, la puntería de Toppert o la intensidad de Stefansson solo queda la duda de Jacob Burtschi. El norteamericano, debutante en una competición tan exigente como la ACB, debe empezar a despejar incógnitas y mostrarse como el baloncestista que Abós y Villar decidieron fichar tras tenerlo a prueba durante unos días.


Cabe resaltar que, hasta ahora, no se han visto muchas de sus cualidades en pista. Por ejemplo, el militar fue campeón del concurso de triples disputado el pasado curso en la Bundesliga. Su corpulencia y predisposición, en ocasiones malinterpretada por el propio jugador como precipitación, le deben ayudar a frenar a los aleros contrarios y subsanar una de las deficiencias más acusadas el año pasado por los zaragozanos.

Un conocido en filas enemigas

En frente, el Valencia Basket busca estrenar su casillero de victorias tras la derrota cosechada en su partido ante el Estudiantes. Con un equipo diseñado para codearse con la elite, una segunda derrota podría revivir viejos fantasmas tal y como ocurriera la pasada campaña. Entonces, un mal comienzo obligó a destituir a Manolo Hussein y la contratación de Pesic. A pesar del gran resultado ofrecido por el técnico serbio, sus altas pretensiones económicas le situaron fuera de los naranjas y su puesto ha recaído en Paco Olmos.


Su figura en la pista la representa un viejo conocido. El zaragozano Rodrigo San Miguel ha visto como su buen hacer en Manresa le ha abierto las puertas de un conjunto puntero, donde tendrá la ocasión de servirle balones al jugador más valorado del pasado curso, Nik Caner-Medley. Las incorporaciones del australiano Ogilvy y el serbio Markovic completan la nómina de fichajes destinados a dar el salto de calidad definitivo.


Junto a ellos, clásicos como Víctor Claver, Rafa Martínez, Nando de Colo o Florent Pietrus conforman la amenaza de los del Turia. Garantía de dificultad que los aragoneses deberán afrontar con la ilusión del que emprende un camino nuevo. La victoria, sin duda, será la mejor de las ofrendas para su devota afición.