CLUB HIELO JACA

Objetivo: recuperar el prestigio

El nuevo presidente de la entidad, José Arbués, quiere pasar página tras el largo litigio con Eduardo Roldán, restablecer valores como el cuidado de la cantera o devolver al hockey a la primera línea.

José Arbués (Jaca, 1957) es presidente del Club Hielo Jaca desde el pasado lunes y socio desde hace cinco años. Después de un proceso electoral en el que se enfrentó con Eduardo Roldán y que acabó con la Justicia dirimiendo la validez de un sobre con dos papeletas, Arbués es el responsable de llevar las riendas de un club en el que no es precisamente un recién llegado. Ha estado en casi todos los puestos. Fue jugador, entrenador y directivo hasta que decidió que era el momento de presidirlo.


De carácter fuerte, con un verbo contundente, su móvil no deja de sonar. Hay que poner al día un club en el que hay más de una incógnita económica por despejar y que necesita, además, reenganchar a los jaqueses ya que la carencia de una instalación de hielo se prolonga más tiempo del inicialmente previsto. Trabajador del Ayuntamiento de Jaca, en concreto en el servicio municipal de Deportes, José Arbués está a la espera de mantener un encuentro con el Ayuntamiento para canalizar de la mejor forma posible la firma de un convenio entre ambas entidades para el uso del Palacio de Hielo. "¿Roldán? No sé nada. No me ha llamado", afirma el presidente sobre su predecesor en el cargo, quien tiene muy claro que sus principales objetivos son recuperar la cantera, el prestigio del club, que el primer equipo vuelva a la primera línea de la competición y ganando, así como el patinaje artístico.


De momento prefiere guardar un prudente silencio sobre la situación en la que se encuentra el flamante Palacio de Hielo, aunque defiende, lógicamente, su pronta reapertura. La majestuosa obra que tan solo permaneció abierta para la celebración, hace un año ya, del Festival Olímpico de la Juventud Europea (FOJE) que tuvo su epicentro en Jaca sigue como testigo mudo de lo que acontece en la ciudad. Una valla en su perímetro sigue protegiendo una instalación que se presupuestó en 12 millones de euros y va camino de los 28.


El club tiene en estos momentos 225 socios -50 son de los patrocinadores y un buen porcentaje son de padres de jugadores- y arrastra una deuda de casi 50.000 euros. El último presupuesto fue de poco menos de 140.000 euros. Su maniobrabilidad económica es escasa. Y por si fuera poco, algunas decisiones de la anterior junta directiva como fueron el despido del profesor de la sección de patinaje que la Justicia ha obligado a readmitirlo o el contrato de la profesora de patinaje, han dejado más de una mina en el camino cuya desactivación será costosa. La nueva junta directiva, que quiere llegar a unos 500 socios, ha empezado a ponerse al día en lo que son las cuentas del club. Excepto las llaves de las oficinas, poco más han recibido de los anteriores rectores del CH Jaca. Valga un ejemplo. La anterior junta, en cinco años no presentó ninguna cuenta en asamblea general cuando es obligatorio presentar anualmente el balance económico y deportivo del club. Por esta razón necesitan ponerse al día antes de convocar a una asamblea de socios donde dará a conocer la forma en la que quiere desarrollar sus objetivos de potenciar la cantera, el primer equipo y devolver al CH Jaca el prestigio que tuvo. Para la reunión aún no hay fecha, aunque Arbués tiene claro que debe ser cuanto antes. Deportivamente, con el primer equipo varado por la falta de hielo, el principal objetivo es acabar la liga en la que se encuentran los inferiores en España y en el sur de Francia, e impulsar todo lo relacionado con el patinaje artístico.