CAI BM ARAGÓN

Nordhorn, el picaporte del cielo

El CAI Aragón defenderá mañana en Alemania su escueta ventaja en busca de un hueco en la final de la Copa EHF.

Cómodamente instalado en la Liga Asobal, participante en todos los saraos coperos organizados en España, el CAI Aragón siempre ha mirado con ojos de deseo la Copa EHF. Allí compiten equipos de tronío, de prestigio, de fuste. Y quedan fuera el Ciudad Real, el FC Barcelona, el Pórtland San Antonio y el Ademar León, clubes de superior potencial censados en la Liga de Campeones. Desde el estreno en la pasada temporada, el sueño naranja ha descansado sobre la almohada continental. Magdeburgo estuvo a punto de encarnarlos en realidad. Un año después del latrocinio a orillas del Elba, el conjunto aragonés regresa a Alemania. El grupo que prepara Veroljub Kosovac disputará mañana en Nordhorn el partido de vuelta de las semifinales de la EHF. El picaporte del cielo está aquí. Todo lo que venga después, bendición divina.


El desarrollo de las últimas semanas ha alterado un tanto las constantes vitales del CAI Aragón. Las derrotas acumuladas en la Liga Asobal, donde solo ha podido vencer en el último mes a los colistas Algeciras y Teka, han enfriado un tanto el ambiente.


El flojo encuentro completado el pasado sábado ante el Nordhorn, en la ida de las semifinales de la EHF, oficializó la suposición del bajonazo de un equipo que no llega en plenitud al momento procesal de la temporada.


Huir de la imagen de la ida


No jugó bien el conjunto aragonés ante los alemanes en la ida. No atacó con vigor el equipo naranja, agarrotado, precipitado, impreciso. Tampoco defendió el cuadro que prepara Kosovac. A pesar de haber encajado solo 26 goles, se mostró incapaz de parar al gigante Holger Glandorf, que con su zurda fusiló al CAI Aragón con nueve goles.


Paradójicamente, el hecho de que jugando mal en aquel partido fuera incluso capaz de vencer (26-25) a un bloque potente alimenta la esperanza para la cita de mañana.


Todos los estamentos del CAI Aragón son conscientes de lo mucho que hay en juego en estos 60 minutos. El triunfo confirmaría la condición de club de referencia entre la elite del deporte aragonés. La derrota estancaría un proyecto que ha crecido a una velocidad impensable hace apenas dos años.


Nordhorn es la puerta de las esperanzas, de esos sueños acunados con tanto mimo; pero también puede significar el portazo a Europa, el adiós al pasillo más accesible hacia ese título que este modélico club persigue y merece, y Aragón tanto necesita.


La expedición aragonesa partió ayer rumbo a Nordhorn. Hubo que hacer escala en Bruselas, y después cuatro pesadas horas en autobús hasta la pequeña ciudad alemana fronteriza con Holanda.


Cartón, con molestias


Todos los jugadores están en buenas condiciones para afrontar el decisivo encuentro. El único que arrastra molestias es Toño Cartón, con dolores en el brazo izquierdo. El extremo zurdo viene entrenando con precaución. Se probará en la sesión de preparación de mañana, en el mismo escenario del encuentro. Ayer, no levantó el brazo izquierdo ni para arrastrar con la espadilla jugando al guiñote en el autobús rumbo a Nordhorn.


El resto de los jugadores comparecieron sin problemas. Ninguno se ha borrado. Malo será que se borren mañana en Nordhorn. Los sueños del balonmano aragonés descansan en sus manos, en esas manos que mañana golpearán el picaporte de la final de la EHF.