Muchos tocados, demasiadas dudas

Una enfermería. En eso es en lo que se ha convertido el CAI Zaragoza. La cantidad de jugadores tocados que tiene para mañana el técnico José Luis Abós llena de dudas al conjunto aragonés. Tal es la situación de la plantilla que el entrenador prefirió enumerar ayer a los hombres que tiene en perfectas condiciones porque era mucho más rápido que hablar de los lesionados. Los sanos son «Riera, Cano, Chubb y Toppert». Y es que a la baja ya segura del base Carlos Cabezas para el duelo ante el Gran Canaria, son muchos los compañeros que no están ni mucho menos al cien por cien físicamente. Los que más preocupan son Paolo Quinteros (con una rodilla inflamada) y Rafael Hettsheimeir (con lumbalgia). En el lado positivo de la balanza parece que estará la reaparición de Pablo Aguilar, tras perderse el choque de Málaga por un esguince de tobillo, y el hecho de que esta situación una más al equipo.

Eso es lo que espera José Luis Abós: «Espero que este problema sirva para unir al equipo. Vamos a estar más fuertes precisamente por eso. Hay veces que los equipos se hacen más fuertes con la dificultad. De todas maneras, espero que podamos contar con el mayor número de efectivos», destacó el entrenador zaragozano.

Abós indicó que la enfermería del CAI es «amplísima» y que era más sencillo enumerar los que están bien que los que tienen algún problema. A este respecto sólo cuatro están en buenas condiciones, ya que hombres como Miso, Barlow, Phillip o Van Rossom arrastran molestias físicas de diferentes tipos, aunque no deberían impedirles saltar a la cancha mañana.

«Hay varios jugadores entre algodones y llevamos una semana un poco extraña», comentó el técnico aragonés, quien añadió que todo lo que pueden preparar de cara al duelo ante el Gran Canaria lo están haciendo.